Menorca y Airbnb blindan el alquiler turístico con un registro obligatorio

El Consell Insular de Menorca y Airbnb han firmado un acuerdo pionero que marca un antes y un después en el control del alquiler vacacional en la isla, apostando por un turismo más sostenible, legal y seguro

Ignasi Catchot

Menorca - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El Consell Insular de Menorca ha alcanzado un acuerdo estratégico con la plataforma Airbnb con el objetivo de reforzar la regulación del alquiler turístico en la isla. Esta colaboración, enmarcada en las nuevas directrices de la normativa europea sobre alquiler de corta duración, supone un paso firme hacia un modelo de turismo más transparente y ordenado.

Desde este mismo momento, cualquier nuevo alojamiento que quiera anunciarse en Airbnb en Menorca deberá incluir obligatoriamente un número de registro válido. La plataforma tecnológica ha implementado un sistema que solo aceptará un formato específico de número de licencia y bloqueará cualquier intento de publicación que no cumpla este requisito. Con ello se pretende dificultar el fraude, mejorar el control por parte de las autoridades competentes y promover un entorno legal y seguro tanto para residentes como para visitantes.

Esta medida no solo busca garantizar el cumplimiento de la legislación, sino también proteger el mercado de la vivienda y evitar la proliferación de alojamientos turísticos irregulares que puedan afectar a la convivencia vecinal y al equilibrio territorial.

Campaña educativa para anfitriones  

Además del control técnico a través de la plataforma, Airbnb pondrá en marcha en las próximas semanas una campaña informativa dirigida a los anfitriones de Menorca. El objetivo es acompañar a los propietarios en el proceso de adaptación a la nueva normativa, explicar los requisitos legales y facilitar su cumplimiento. Esta iniciativa busca también crear una mayor concienciación sobre la importancia de compartir vivienda de forma responsable, alineada con los valores de sostenibilidad y legalidad que promueve tanto el Consell Insular como la Unión Europea.

La nueva normativa, que se aplicará progresivamente en todos los países miembros, responde a la necesidad de armonizar el alquiler turístico con el resto del marco regulador del alojamiento y garantizar que plataformas digitales como Airbnb operen en condiciones de equidad y transparencia.

Un modelo exportado a otros territorios  

El acuerdo entre Menorca y Airbnb no es una excepción. Forma parte de una estrategia más amplia que la plataforma está desarrollando en colaboración con otras administraciones españolas. En los últimos meses, se han firmado convenios similares con los consells insulars de Mallorca, Ibiza y Formentera, así como con el Gobierno de Canarias y la Región de Murcia. Estas alianzas permiten a las instituciones locales disponer de más herramientas para vigilar el cumplimiento de las normativas y avanzar hacia un turismo regulado que genere valor a largo plazo.

Airbnb ha expresado su voluntad de continuar colaborando con los gobiernos locales para adaptarse a las particularidades de cada territorio, siempre bajo el paraguas del marco legal común europeo. El caso de Menorca se presenta ahora como un modelo replicable en otros destinos que buscan equilibrar el desarrollo económico con la preservación de su identidad y de los derechos de sus ciudadanos.

Compromiso con un turismo de calidad  

Con esta alianza, Menorca reafirma su compromiso con un modelo turístico más sostenible, basado en el control, la transparencia y el respeto al entorno. La colaboración público-privada se convierte así en una herramienta clave para garantizar que el turismo vacacional evolucione de manera responsable, favoreciendo tanto la calidad de vida de los residentes como la experiencia de quienes visitan la isla.

La implantación del registro obligatorio en las plataformas digitales representa una victoria para la regulación del sector y una señal clara de que Menorca no renuncia a mantener el equilibrio entre actividad económica y sostenibilidad territorial. Un reto que, con medidas como esta, está cada vez más cerca de convertirse en una realidad.