En ocasiones ocurren sucesos insospechados y que dejan a todos con la boca abierta. O, al menos, eso es lo que pensarían los cuidadores de Xula, una perra mestiza de 14 años, que el pasado 2 de marzo fue a parar a una protectora de animales del municipio menorquín de Ciutadella, donde las posibilidades de que alguien se interesara por ella eran mínimas. Sin embargo, un día recibieron la llamada de alguien inesperado que aseguró que tenía intención de adoptar a la pequeña perrita.

Sin embargo, lo que ocurrió desde que se produjo esa llamada hasta los últimos días ha sido de todo menos fácil. Los finales felices en ocasiones se resisten, en ocasiones nunca llegan, pero en otras requieren de un doble esfuerzo y de un milagro para que terminen produciéndose.

UN PERRO CON POCAS ESPERANZAS

El pasado 2 de marzo la Protectora de Animales de Ciutadella publicaba en su perfil de Facebook una fotografía de lo que parecía una mezcla de chihuaha con otra raza de can de pequeño tamaño. “Hoy han dejado a esta perrita de 14 años en la perrera. Se llama Xula y es tamaño pequeño. La pobre temblaba y estaba muy desorientada. Deseamos que encuentre pronto un buen hogar que la cuiden tal y como se merece el resto de su vida. Nos ha roto el corazón verla así”, rezaba el mensaje.

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Una llamada que en pocas ocasiones obtiene respuesta. En España no todas las personas que desean un animal que les dé compañía acuden a las protectoras, sino que buscan criaderos especializados que venden perros con certificado de raza. Aún más difícil que las personas que sí acuden a las protectores opten por perros mayores, a los que le queda seguramente poco tiempo de vida y que tengan un carácter más rígido, cincelado por años de soledad y autosuficiencia en la calle, así como un posible maltrato o abandono. En cualquier caso, las expectativas no eran las mejores para Xula.

NADIE IMAGINÓ LO QUE OCURRIRÍA

Sin embargo, y contra todo pronóstico, alguien llamó a la protectora asegurando que estaban interesados en adoptar a la perrita, pero había una complicación: “Hubo un chico interesado en ella pero vivía en Mahón y no tenía como venir a recogerla, además Xula tenía complicaciones de salud así que la llevamos al veterinario y tuvimos que hacerle un tratamiento largo para la piel y el corazón”, explicaba la protectora en su página de redes sociales.

El problema se hacía cada vez más grande a medida que el Gobierno implantaba las medidas del confinamiento tras el Estado de Alarma por el coronavirus: nadie podía abandonar su casa para desplazamiento sin una razón de peso. Y Xula no lo era. “Cuando ya parecía que no había solución apareció una hada madrina con su taxi que se ofreció a llevar a Xula sin ningún tipo de coste”.

UN ÁNGEL DE LA GUARDA

Un ángel de la guarda apareció en escena en forma de taxista para llevar a Xula hasta su nuevo hogar, a 45 kilómetros de la protectora, en la otra punta de la isla de Menorca. “Hoy se ha ido Xula a Mahón como si fuera una estrella de Hollywood. Nos emociona ver la cantidad de buenas personas que hay detrás de cada rescate".

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"Gracias a la casa de acogida por cuidarla tan bien todo este tiempo, gracias hada madrina por llevarla con tu super taxi con su nueva familia y gracias adoptantes por adoptarla sin importar su raza, ni edad, ni nada...”, concluía la Protectora de Animales de Ciutadella en su post de Facebook, donde ha narrado esta increíble historia.