La carne local representa la mitad de emisiones limpias de carbono que el consumo de carne importada

La gestión forestal en las explotaciones y la mejora de la fertilización y gestión de basuras, claves para reducir las emisiones

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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El departamento de Medio Ambiente, Reserva de Biosfera y Cooperación del Consell Insular de Menorca ha publicado el ”Estudio sobre la huella de carbono del sector ganadero en Menorca”, una extensa evaluación de las emisiones de las diferentes tipologías de ganadería en la isla encargada con el objetivo de contar con información en detalle para la aplicación de políticas públicas de fomento del sector primario y mitigación del cambio climático.

El estudio ha sido presentado en rueda de prensa por el consejero de Medio Ambiente, Reserva de Biosfera y Cooperación, Simón Gornés, acompañado de la consejera de Economía y Servicios Generales, Maria Antònia Taltavull Fernández, y por uno de los autores del estudio, el ingeniero forestal José Joaquín García García-Roldan.

El documento hace una estimación de la huella de carbono de todo el ciclo de la producción de carne en la isla con datos del 2021 y 2022: las emisiones del propio ganado, las vinculadas a la agricultura necesaria para la obtención de forraje, la gestión de basuras y el uso de fertilizantes, o la huella relativa al uso de maquinaria, consumo eléctrico, transporte o sacrificio del animal. teniendo en cuenta las características del sector en la isla y proporcionando, para cada parte del ciclo, datos disgregados para poder abordar medidas concretas.

Resultados

Entre los resultados del estudio, destaca la importante diferencia en cuanto a emisiones de CO2 de la carne producida en la isla respecto de la carne importada. Los datos, disgregados según el tipo de ganado, muestran que la carne de ganado vacuno local genera 13,63 t eq CO2 por cada tonelada de carne comercializada, mientras que la carne de vacuno importada genera el doble, 27,03 t eqCO2 /t. En el caso del ganado ovino y cabruno, la carne local genera 28,62 t eqCO2/t y la importada 39,23 t eqCO2 /t.

La emisión asociada a la venta de porcino local es cuatro veces inferior, de 3,57 t eqCO2 /t respecto de las 12,13 t eqCO2 /t de la carne importada. Por último, la carne aviar, de 1,67 t eqCO2 /t en el caso local, y 6,93 t eqCO2 /t en el caso de la carne de fuera de la isla. Así, en términos de emisiones limpias de carbono, la comercialización de carne local representa la mitad de emisiones que la comercialización de carne importada.

Otra de las conclusiones relevantes del estudio viene relacionado con la tipología de explotaciones ganaderas en Menorca y las emisiones y compensaciones de carbono asociadas. Las emisiones totales de CO2 de las fincas agropecuarias menorquinas, que cuentan con tierras de cultivo para la alimentación del ganado, es de 306.154,84 t anuales. Esta cifra contabiliza las emisiones producidas por la misma práctica ganadera, la gestión de los cultivos agrarios y por los consumos energéticos vinculados.

Pero los cultivos de las explotaciones menorquinas también captan y acumulan parte de los gases de efecto invernadero (GEH) que emite la misma explotación ganadera, a diferencia otros territorios donde la práctica es más intensiva. La captura de CO2 de los cultivos ganaderos de Menorca ha sido calculada por el estudio, con un resultado de 229.612,34 t anuales. La capacidad de compensación de los terrenos agrícolas, por lo tanto, no es suficiente para paliar íntegramente las emisiones de las explotaciones ganaderas, pero esta situación cambia radicalmente al considerar la masa forestal asociada a las fincas, con captaciones de 324.392,26 t anuales.

Los datos a nivel macro del estudio, diferentes de las que se pueden obtener observando cada finca individualmente, demuestran que la integración de la parte forestal en la gestión de las fincas es un elemento que acontece esencial para minimizar e incluso revertir la huella de carbono de la ganadería en Menorca. El estudio confirma también los resultados extraídos en el proyecto LIFE+BOSQUES realizado por el Consejo Insular en 2013, que apunta que la capacidad de absorción y acumulación de carbono de las parcelas forestales de las fincas ganaderas insulares se encuentra por debajo de su potencial de captación, y que, por lo tanto, hay un amplio margen de mejora en la captación de carbono en estas zonas.

El documento también refuerza los argumentos para trabajar por una fertilización razonada de los cultivos, puesto que esta puede representar un porcentaje importante de las emisiones de carbono imputables a la alimentación del ganado.

El sector ganadero, clave en Menorca

El estudio demuestra que el sector ganadero no solo tiene una importancia estratégica en la configuración del territorio de la Reserva de Biosfera de Menorca y su biodiversidad asociada, sino que también lo es en la mitigación y adaptación al cambio climático. Las características de las fincas ganaderas de Menorca, con mosaico agroforestal, acontecen una gran oportunidad para minimizar e incluso compensar las emisiones del sector.

La reducción de estas emisiones pasa, por lo tanto, para integrar la gestión forestal sostenible a las fincas, así como mejorar la fertilización y la gestión de basuras.

“La contribución de la ganadería y el consumo de carne a las emisiones de gases de efecto invernadero ha sido un tema que ha surgido con fuerza últimamente en el ámbito público. Esta cuestión ha influenciado las políticas públicas de fomento de la agricultura extensiva a nivel europeo, y ha tenido también incidencia en la opinión pública con varias campañas de ámbito general con el objeto, por ejemplo, de minimizar el consumo de carne. Ahora, con este estudio, tenemos información rigurosa del importante papel que juega el sector ganadero de Menorca tanto en la sostenibilidad de la isla como en la mitigación del cambio climático, y nos hemos dotado de una herramienta clave para el fomento del sector primario, para el fomento de la carne local y para comunicar a la población de forma clara qué es su papel como consumidor”, ha declarado el consejero de Medio Ambiente, Reserva de Biosfera y Cooperación, Simón Gornés.

Los datos del estudio, además, confirman el buen camino de algunas de las decisiones públicas tomadas en relación con el sector ganadero, como la capacitación y asesoramiento al sector que se lleva a cabo en el centro de capacitación de Sa Granja, las campañas de fomento de producto local con iniciativas como Agroxerxa y la marca Menorca Reserva de Biosfera o el programa de Contrato Agrario de la Reserva de Biosfera (CARB), que reconoce las prácticas sostenibles de las explotaciones agroganaderas por su contribución a la recuperación y el mantenimiento de la biodiversidad y del paisaje rural tradicional menorquín, de alto valor ambiental y cultural.

Este estudio ha sido encargado en el marco de la Estrategia Alimentaria de Menorca con el objetivo que los datos puedan aportar nuevas líneas de actuación para la segunda fase de este plan o reforzar las medidas ya incluidas, entre las cuales destacaría el impulso sostenible del sector primario o la concienciación del consumidor. La Estrategia Alimentaria de Menorca está contemplada en el Plan de Acción de la Reserva de Biosfera de Menorca 2019-2025.