17 años de la primera victoria profesional de Rafa Nadal

El 29 de Abril es una fecha señalada en el deporte mallorquín por la final de Copa del Rey perdida por el Mallorca ante el Barcelona, pero también en el deporte mundial, porque Rafa Nadal lograba su primera victoria profesional tal día como un 29 de Abril de 2002.

Un chaval de 15 años que subía fenomenal y que era conocido por ser el sobrino del mejor jugador balear de la historia, Miguel Ángel Nadal, lograba su primer triunfo profesional y además en casa, en el extinto Mallorca Open.

Rafael Nadal, aún no era Rafa, consiguió su primer victoria ATP al vencer por 6-4 y 6-4 a Ramón Delgado. Pocos podían imaginar entonces que aquel chico delgado y muy moreno iba a ser el fenómeno que hoy conocemos, sí se sabía que iba a ser bueno, muy bueno, porque sus condiciones así lo atestiguaban, y a pesar de su juventud también su voluntad de trabajo para mejorar cada día. Pero pocos podían pronosticar que se convertiría en el mejor deportista español de la historia y el mejor tenista en tierra de la historia. 

Lo demás es historia, pero ya entonces Rafael Nadal disfrutaba del deporte que había escogido con la ayuda de su familia en lugar del fútbol en el que se inició y en el que dicen que no era nada malo. Una genética envidiable para el deporte, pero sobre todo un tesón, voluntad máxima, capacidad de aprendizaje infinita, unos padres volcados en inculcarle valores para hacerle estar con los pies en la tierra siempre, la tutela de su tío Toni, la experiencia en el deporte de élite también en su familia en la persona de Miguel Ángel ayudarían también lo suyo a un joven que creció por y para el tenis.

Ahora 17 años después, 17 Grand Slam, 106 títulos, tres medallas olímpicas y tras una carrera extenuante, el mallorquín trata de administrarse lo mejor posible para que su cuerpo no le pare más de la cuenta en forma de lesiones. 

Rafa Nadal prepara su próxima cita en el Masters 1000 de Madrid tras la semifinal del Godó. El número 2 del mundo se quedó algo más conforme en Barcelona que en Montecarlo y reconocía venir de un momento bajo por sus últimas lesiones.