Otro partido descomunal de Leo Román no impide la derrota del RCD Mallorca en el Bernabéu

El portero ibicenco ofrece una exhibición de intervenciones de todo tipo como ya hiciera ante el Barcelona, ante la avalancha madridista con hasta 11 intervenciones. 

RCD Mallorca

Leo Román en una de sus intervenciones

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el

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Si Leo Román se marcha este verano del Mallorca a un precio ridículo no sólo se producirá una terrible baja deportiva sino también una pérdida patrimonial incalculable para el club. Resulta incomprensible para cualquiera que haya seguido históricamente el Mallorca que un jugador de la casa no esté atado y bien atado.

Ya avisaba en su día Luis García, quien decía que Leo era "el futuro del Mallorca". Resulta incomprensible que Leo no fuera renovado cuando se marchó al Oviedo y se iba a mostrar a toda España.

Ahora el Mallorca está en las manos del portero y de su agente, y va a ser muy difícil que amplíe su contrato que acaba en 2026 cuando otros equipos están llamando a la puerta. El meta ibicenco podría seguir tan solo si ve claro que para él es lo mejor deportiva y económicamente, mucho se tiene que afanar el club para convencerle.

Y es que una portentosa actuación del portero Leonardo Román Riquelme mantuvo al RCD Mallorca en el partido hasta el final ante el Real Madrid. Sin embargo, en el Santiago Bernabéu hay dos cosas que si se juntan son mortales. Una se puede dar por descontada, que los blancos van a pelear hasta el final porque su historia les obliga ("90 minuti en el Bernabéu..."). La otra es que si dudas, hincas la rodilla. 

Se dieron las dos en la última acción del partido, en el último suspiro, en el minuto 95, una acción que explica bien el fútbol como la actividad de lo imprevisible, porque el gol que derrota al Mallorca anoche es obra de un chico del Castilla, Jacobo Ramón en una acción peinada por un jugador que llevaba nueve meses sin jugar, Vallejo, y que fue noticia que jugara en la segunda parte. 

Se dio la otra circunstancia que lo hizo posible, la terrible duda de Copete. La pasividad del central sólo puede tener una explicación, que estuviera pensando que llegaba de frente Leo Román, pero el portero no podía llegar en la vida y resulta incomprensible que el central no despejara y permitiera que Jacobo le rematara. 

Valjent adelantó a los bermellones.-

El partido se explica de manera parecida al de Montjuic ante el Barcelona. Aguantando el asedio, achicando agua, el Real Madrid tuvo récord de remates (39) y de córners (26), le tiró de todas las maneras a Leo Román que una por una iba resolviendo todas. El Mallorca se había adelantado con un goleador insospechado también, Martin Valjent, un golazo con la zurda yéndose al ataque. Lleva tres esta temporada en la que se ha estrenado como goleador en Primera. 

A partir de ahí llegaría el asedio del Real Madrid, tocados como estaban los blancos con perfil bajo por perder la liga, la marcha de Ancelotti y todo eso, pero jugando bien y encontrando situaciones que una a una iba resolviendo Leo. Daba igual si Mbappe, si Valverde, si Güler o Bellingham. Leo las sacaba de todas las maneras, un partido perfecto, hasta 11 intervenciones (en la estadística le cuentan 10 porque en una el árbitro no ve que efectivamente toca el balón y concedió saque de puerta). 

Daba la impresión de que ya no se atrevían a tirarle. De hecho, el empate llega en acción individual brillante de Mbappe yéndose entre Valjent y Mateu y rematando a corta distancia. El segundo llega como llega con la pasividad de Copete. En la noche en la que el partido transcurrió de manera tan normal y sin estridencias que sólo cuando Jagoba refrescó los laterales y entró Maffeo hubo picante. El encuentro acababa con el abrazo de los jugadores del Mallorca a Ancelotti como despedida.