La gestión de Armengol: de saltarse las restricciones al revés judicial a su gestión del macrobrote

El Gobierno de Baleares y su presidenta, Francina Armengol, han sufrido este miércoles un importante revés por parte de la Justicia, después de conceder la razón a los padres que han denunciado al Gobierno socialista y permitiendo solo que se mantengan aislados los jóvenes que han dado positivo.

En este sentido, el Juzgado de los Contencioso-Administrativo número 3 de Palma ha decidido no ratificar el confinamiento forzoso que decidió decretar de forma autónoma el Gobierno en un hotel de palma después del macrobrote asociado a viajes de fin de curso, que ya se ha extendido a varias puntos del país.

Este caso ha generado mucha polémica en los últimos días, ya que muchos alumnos y familiares han denunciado que estaban retenidos de forma ilegal en el hotel Palma Bellver, donde se han podido ver en las últimas horas protestas por parte de los afectados desde los balcones de sus habitaciones.

En esta dirección, la magistrada señala que las personas incluidas en la resolución de Salud Pública, algunas de ellas menores, estaban alojadas sin que se establezca por la administración cuál es la vinculación directa entre las personas confinadas, sin dar señales claras de que puedan ser considerados contactos estrechos.

La jueza determina que la restricción de un derecho fundamental "debe circunscribirse a lo necesario para el cumplimiento de la finalidad de dicha restricción", de esta manera se puede aplicar un confinamiento "no por potencial diagnóstico, sino por haber un diagnóstico cierto".

En este contexto, la resolución de la Dirección General de Salud Pública solo se apoyaba en una "referencia genérica" basándose en la relación de este brote con otros focos derivados en otras partes del país, pero no determina que los jóvenes que se encuentran confinados en el hotel participaron en las actividades en las que se produjeron los contagios.

También, la jueza ha querido destacar que el Gobierno balear no ha procedido al confinamiento de los trabajadores de los hoteles en los que se alojaron los estudiantes durante el viaje, algo que según explica, si se usa la lógica, habría que haber hecho también al poder ser considerados contactos estrechos.

Con esta decisión judicial, el Ejecutivo de Francina Armengol sufre un nuevo varapalo que se une a las polémicas que han acompañado a su gestión durante los meses de la pandemia, que han provocado que sea una de las líderes regionales peor valoradas respecto a su mando durante la crisis epidemiológica, según un estudio encargado por La Sexta a la Instituto de Investigación y Marketing Invymark. Su nota es de 4,61.

Las escenas más polémicas protagonizadas por Armengol

Además, a sus controvertidas decisiones se unen también actos protagonizados por ella misma que han sido muy criticados por la opinión pública, ya que con base a las restricciones impuestas frente a la pandemia estaba incumpliendo las normas. Una de esas polémicas instantáneas se produce en el mes de octubre del pasado año, cuando Armengol se encontraba en el interior de un bar en el casco antiguo de Palma pasadas las dos de la madrugada. Por aquel momento, no estaba permitido que dicho local estuviese abierto por las restricciones impuestas contra la pandemia.

Fueron los mismos vecinos de la zona los que llamaron a la Policía por el ruido, y en su defensa el dueño del establecimiento no cerró antes porque dentro había una autoridad, en este caso la presidenta balear.

Esta escena protagonizó mucho más estupor después de que jornadas antes la misma Francina Armengol defendiese en las cortes autonómicas sus gestión de la pandemia, llegando incluso a sacar pecho por haber sido pionera en dictaminar el uso de mascarillas, el cierre del ocio nocturno y la prohibición de fumar en las calles. También quiso destacar que su Gobierno había decidido reducir la reducción de reuniones sociales y familiares hasta 6 personas.

Esta fue su polémica más destacada, pero meses después volvió a ser noticia por una comida que protagonizó con las autoridades del Ayuntamiento de Ibiza. Fue el pasado mes de marzo, después de que el Consell Govern publicase días antes una actualización de las restricciones en el ámbito laboral y en las que se señalaba que "el desarrollo de la actividad laboral o funcionarial se ha de llevar a cabo preferentemente en régimen de teletrabajo, siempre que este régimen de prestación no sea incompatible con las características del lugar de trabajo. Se recomendaba evitar reuniones de trabajo o profesionales hechas de forma presencial". Por lo que está reunión presencial fue muy criticada por la oposición, ya que se saltaba de forma clara todas estas directrices.