Vecinos de Cabral (Vigo) denuncian inseguridad, amenazas y venta de drogas en una casa okupada
Un grupo de sesenta residentes alerta de una situación de miedo y violencia en la zona de Fontiñas, donde un grupo de okupas provoca conflictos diarios sin que las autoridades actúen
Casa okupada en Cabral
Vigo - Publicado el
1 min lectura
Un grupo de 60 vecinos de la parroquia viguesa de Cabral ha denunciado públicamente una situación “insostenible” de inseguridad, con amenazas, peleas y venta de drogas por parte de un grupo de politoxicómanos que ocupa desde hace más de un año una vivienda en la zona de Fontiñas.
En un comunicado, los residentes explican que ya el pasado verano solicitaron medidas urgentes al Ayuntamiento, la Policía Nacional y el juzgado, sin obtener respuesta. Según relatan, la convivencia se ha convertido en una auténtica pesadilla, marcada por episodios de violencia, ruidos continuos, enganches ilegales a la red eléctrica y un incremento de la presencia de ratas.
La vivienda en el número 8 de la calle Fontiñas de Arriba está okupada desde septiembre del año pasado por personas con problemas de drogadicción y comportamiento violento, apuntan los afectados, que lamentan que ninguna institución haya intervenido hasta ahora.
Los vecinos aseguran que los gritos, golpes y música a volumen extremo son constantes, y que la violencia ha escalado hasta la confrontación directa. Detallan que este sábado aparecieron pinchadas las ruedas de varios coches, lo que ha aumentado el temor en el barrio.
Denuncian también conexiones ilegales al suministro eléctrico y explican que, tras el corte de agua realizado por la empresa concesionaria, algunos okupas utilizan el lavadero del barrio para lavar ropa y bañarse, vertiendo productos químicos tóxicos al río Lagares.
A los problemas anteriores se suman robos y daños en vehículos, la presencia de personas ebrias o bajo los efectos de las drogas, venta de estupefacientes a cualquier hora y situaciones de insalubridad.
“Vivimos con miedo y no podemos descansar ni dejar que nuestros hijos anden tranquilos por la calle”, denuncian los residentes, que reclaman una actuación urgente de las autoridades policiales, municipales y del propietario del inmueble para restablecer la convivencia y la seguridad en Cabral.