La toxina que se usa en cirugía estética y que puede librarte de la migraña

El Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez en Pontevedra ofrece un tratamiento innovador con toxina botulínica para pacientes adultos que sufren de migraña crónica y no han encontrado alivio con los tratamientos habituales

José Jardón

Pontevedra - Publicado el - Actualizado

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La migraña crónica, una dolencia que afecta sobre todo a mujeres y que puede llegar a ser profundamente incapacitante, condiciona la vida de quienes la padecen. No solo interfiere en la actividad laboral o social, sino que también impacta en la vida familiar y en el bienestar emocional. Y aunque existen tratamientos farmacológicos para aliviarla, no siempre resultan eficaces, especialmente en los casos más severos.

Ante esta realidad, una alternativa se está abriendo paso como una opción eficaz para muchos pacientes: la toxina botulínica. Así lo explica en COPE Pontevedra el neurólogo Enrique Corredera, del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra, quien destaca sus beneficios en personas que no han respondido bien a los tratamientos tradicionales. 

QUÉ SE CONSIDERA MIGRAÑA CRÓNICA

La migraña es un tipo de dolor de cabeza primario, es decir, no se debe a ninguna lesión o enfermedad previa. Suele tener un componente genético importante, aunque también puede estar influida por factores como el estrés, los cambios hormonales, el insomnio o incluso ciertos medicamentos. Cuando las crisis de migraña se presentan más de 15 días al mes durante al menos tres meses seguidos, se considera que la dolencia ha pasado a ser crónica.

El neurólogo Enrique Corredera

Según el doctor Corredera, entre un 20 y un 30% de las personas que sufren migrañas pueden desarrollar esta forma crónica en algún momento de su vida. 

 ¿Cómo funciona el tratamiento con toxina botulínica?  

La toxina botulínica, conocida popularmente por su uso estético, también tiene aplicaciones médicas. En el caso de la migraña crónica, se utiliza como tratamiento preventivo para pacientes adultos que no han obtenido buenos resultados con la medicación oral o que no la toleran bien.

El procedimiento consiste en aplicar pequeñas inyecciones en puntos específicos del cráneo y del cuello, siguiendo las líneas de distribución de las raíces nerviosas. “Se infiltran entre 20 y 25 puntos en total, en una sesión que dura entre 10 y 15 minutos y que no requiere ingreso ni recuperación”, señala el doctor.

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Foto de archivo de migraña

La toxina actúa bloqueando ciertos neurotransmisores relacionados con el dolor, lo que reduce la inflamación y la sensibilidad de las terminaciones nerviosas. No se trata de un alivio inmediato: los primeros efectos beneficiosos suelen notarse a las dos o tres semanas, y la mejoría puede durar entre tres y seis meses, dependiendo del paciente.

 Resultados muy positivos  

En su experiencia, el doctor Corredera asegura que entre el 60 y el 70% de los pacientes tratados con toxina botulínica han experimentado una mejoría significativa, tanto en la frecuencia como en la intensidad de los episodios. Esta reducción del dolor les ha permitido recuperar parte de la normalidad en su día a día, retomar actividades que habían dejado de hacer e incluso reincorporarse al trabajo en mejores condiciones.

Además, el tratamiento suele ser bien tolerado y los posibles efectos secundarios, si aparecen, son leves y pasajeros. Así, aunque la migraña crónica sigue siendo un gran desafío para quienes la sufren, pero tratamientos como este están marcando un antes y un después en la forma de abordarla.