Hidroablación robótica: nuevo tratamiento mínimamente invasivo contra hiperplasia prostática en Pontevedra
El urólogo Dr. Antón Zarraonandía aplica en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra la hidroablación robótica, pionera técnica para tratar la HBP que preserva la eyaculación y permite alta en 48 horas
Pontevedra - Publicado el
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La salud prostática es una preocupación creciente entre los hombres al alcanzar una determinada edad, siendo la hiperplasia benigna de próstata (HBP) —un agrandamiento no canceroso de la glándula— la dolencia más frecuente en el campo de la urología. Las estadísticas indican que más del 50% de los hombres mayores de 60 años la padecerán. Cuando los tratamientos farmacológicos dejan de ser efectivos, la solución pasa por la cirugía. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, hoy en día esta cirugía se realiza bajo el concepto de mínima invasión.
En este contexto de vanguardia se sitúa la hidroablación robótica, considerada la última tecnología que existe para el tratamiento de la HBP y el único tratamiento robótico disponible para esta dolencia. Esta técnica, que ya se aplica en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra de la mano del urólogo Antón Zarraonandía, representa un salto cualitativo al ofrecer resultados óptimos con menor sufrimiento para el paciente, menos complicaciones y una pronta recuperación. El Dr. Zarraonandía, especialista en Urología del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, ha destacado que la hidroablación robótica es la única técnica que permite preservar la eyaculación y la función sexual.
La Precisión del Agua en Tiempo Real
A diferencia de los procedimientos más antiguos que requerían cirugías abiertas o largos ingresos hospitalarios, la hidroablación robótica es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza a través del caño de la orina, lo que significa que no es necesario realizar ningún tipo de incisión.
El éxito de la hidroablación radica en la combinación de robótica e imagenología de vanguardia. Mientras el paciente se encuentra anestesiado, el proceso inicia con una planificación quirúrgica personalizada. Mediante el uso de un ecógrafo e imágenes en tiempo real, el cirujano, como el Dr. Zarraonandía (formado en la técnica AquaBeam), puede visualizar toda la próstata y mapearla con extrema precisión.
Esta navegación guiada permite al especialista marcar específicamente qué partes del tejido prostático deben ser extirpadas para desobstruir el conducto, y cuáles deben evitarse. Una vez finalizada la minuciosa planificación, se le da la orden al robot para que actúe sobre los puntos marcados.
El robot ejecuta la resección utilizando un chorro de agua controlado robóticamente que opera sin radiofrecuencia para extirpar el tejido identificado. Esta acción de alta precisión reduce el trauma en los tejidos circundantes. La intervención es sorprendentemente rápida, durando apenas unos 30 minutos en el quirófano.
El Gran Beneficio: Preservación de la Calidad de Vida
El impacto más significativo de esta tecnología se observa en la calidad de vida del paciente. Según el especialista del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, esta tecnología es la única que mantiene la función eyaculatoria y tiene un menor riesgo de incontinencia y disfunción sexual en comparación con los abordajes clásicos. Esto se debe a que la precisión robótica permite al cirujano mantener el proceso eyaculatorio intacto.
Además de la preservación de la función sexual, los pacientes se benefician de una recuperación excepcionalmente rápida. Al ser una técnica mínimamente invasiva que reduce el trauma, la mayoría de los pacientes obtienen el alta hospitalaria en 48 horas, permitiéndoles retomar sus rutinas e incluso sus hábitos deportivos rápidamente.
En resumen, la hidroablación robótica, disponible en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra, ofrece un tratamiento quirúrgico eficaz para la HBP que, además de desobstruir la próstata, garantiza la preservación de la función sexual, marcando un hito en la cirugía prostática.