El churrasco compite con las sardinas en San Xoán
Bea Portonovo, "peixeira" en el mercado de abastos de Pontevedra, avisa de que este año las sardinas serán más caras por las restricciones a la flota de cerco
Pontevedra - Publicado el
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La tradicional sardiñada de San Xoán se enfrenta este año a un grave problema de suministro. Aunque en estos días la sardina ronda los 9 euros el kilo en plaza de Pontevedra, la situación cambiará drásticamente de cara al lunes 24 de junio.
Según explica Bea Portonovo -así conocen popularmente en el mercado sus compañeros a esta "peixeira"- el motivo es que a la flota de cerco o "ardora" no se le ha autorizado salir a faenar del domingo al lunes. Solo podrán pescar los barcos de "xeito", una arte de pesca mucho más limitada. "No van a llegar ni a las cien o doscientas cajas que solían coger", lamenta. Como consecuencia, "la sardina fresca va a subir bastante", advierte.
Sardinas congeladas: mejor hoy que mañana
Para sortear la escasez y evitar precios aún más altos, Bea Portonovo aconseja comprar las sardinas antes del fin de semana y congelarlas. "No es lo mismo, pero es un buen remedio", admite.
La vendedora, que trabaja con ambos tipos de sardina, tiene clara su elección: “la textura para congelar siempre es muchísimo mejor la de ardora”. En cambio, la sardina de xeito es “más blandiña” y al descongelarse “baja mucho más”. Además, recuerda que los barcos de cerco tampoco faenan el sábado, lo que agrava el problema.
De la sardina al churrasco: el cambio en las costumbres
Con más de 35 años de experiencia en el mercado, Bea observa con cierta nostalgia cómo la sardina ha perdido protagonismo frente a otros productos en San Xoán. "Ahora se lleva incluso más el churrasco, la ternera o el pollo a la brasa", nos comenta.
Este cambio lo atribuye a los nuevos estilos de vida. "Antes las mujeres no trabajaban y buscaban lo más barato, hoy trabajamos, acabamos tarde, y no tenemos esa cultura de ir al mercado y comer pescado", explica. De hecho, su hijo de 36 años “prácticamente no lo come”, y su nieto de 4 años “ni lo prueba”.
Alerta por el futuro del mar y del consumo de pescado
Más allá de la campaña de San Xoán, Bea lanza un mensaje claro: hay que comer más pescado. Recomienda al menos dos veces por semana, alternando pescado blanco y azul.
Pero su preocupación va más allá del consumo: “el mar está muy esquilmado”, afirma. Este año han notado que muchas especies están fallando, y teme que en el futuro haya pescado solo para unos pocos. Por eso, pide que las administraciones se pongan las pilas y se tomen medidas urgentes para proteger nuestros recursos marinos.