Cerería Dima, más de 50 años de luz en Pontevedra: el negocio que pasa de generación en generación
Madre e hija viven la semana más intensa del año por la celebración del Día de Difuntos
Pontevedra - Publicado el
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Cerería Dima, uno de los pocos negocios de este tipo que aún permanecen en Galicia y un referente del comercio tradicional en la zona vieja de Pontevedra, vive estos días su mayor ajetreo con la llegada de la víspera de Todos los Santos. Sandra, dueña y dependienta del establecimiento, reconoce el intenso cansancio que acompaña a una de las fechas más importantes de su calendario de ventas. Es el momento en que se concentra la mayor afluencia de clientes, tanto habituales como aquellos que solo acuden en esta época o para ocasiones puntuales como cumpleaños.
Además de las velas tradicionales, los productos más demandados para decorar nichos y tumbas son las jardineras para centros florales, flores artificiales, posavelas y jarrones. Según Sandra, el objetivo de muchos compradores es simple: “dejar el sitio bonito”.
la importancia de la atención del comercio tradicional
Aunque la modernización avanza, la brecha entre tradición y tecnología sigue marcando el día a día del negocio. Las velas de pilas y batería ganan terreno y aumentan sus ventas, pero la vela de cera tradicional continúa siendo la más solicitada. Sandra apunta incluso a un curioso fenómeno: jóvenes que recuperan las “mariposas”, pequeñas mechas con corcho que flotan sobre agua y aceite, tal como lo hacían las abuelas antiguamente.
Pese a la competencia de plataformas como Amazon, Temu o AliExpress, el pequeño comercio resiste gracias a la confianza y la atención personalizada. Los clientes prefieren acudir a la tienda para preguntar directamente, siendo la duda más repetida: “¿Y cuánto dura?”. Sandra destaca que ese trato cercano y el asesoramiento mantienen viva la clientela, una fidelidad que se transmite de generación en generación.
a por otros 50 años más
Con 51 años de historia, la Cerería Dima conserva su vínculo con quienes acudieron al local acompañados por sus abuelos o bisabuelos. Algunos solo visitan el establecimiento una vez al año, pero recuerdan con precisión las velas que compraron en fechas pasadas.
Mirando hacia el futuro, Sandra se muestra optimista ante los cambios. Con un catálogo que abarca desde productos para el cementerio hasta regalos de boda o decoración, confía en que los comercios como el suyo sigan siendo el lugar ideal para adquirir “un regalo serio” o una maceta “bonita y buena”. Su convicción es clara: la Cerería Dima tiene negocio para rato.