Sabotean mil cepas de un viñedo centenario de Barro (Pontevedra) y, un año después, siguen sin aparecer los culpables: "É bastante frustrante"

La Audiencia Provincial archiva el sabotaje porque no se ha podido identificar a los culpables. Hablamos con el responsable de esta bodega, Roberto Rivas

Redacción COPE Pontevedra

Pontevedra - Publicado el - Actualizado

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La Audiencia Provincial de Pontevedra ha puesto punto final al mediático caso del sabotaje sufrido por la bodega Viña Moraima, ubicada en el concello de Barro, al confirmar el archivo definitivo de la causa. El tribunal ratifica así la decisión previa del juzgado de Caldas de Reis, que decretó el sobreseimiento provisional de las actuaciones al no lograr identificar al responsable o responsables de cortar cerca de un millar de cepas de albariño y caíño.

El brutal ataque, calificado por la propia bodega como un sabotaje de gran repercusión mediática nacional, ocurrió en agosto de 2024. Más de 900 cepas de albariño y caíño fueron cortadas intencionadamente por el tronco en una parcela de 7.000 metros cuadrados, justo días antes de la vendimia. La Guardia Civil interrogó a sospechosos y revisó las cámaras de seguridad, pero transcurrido más de un año, el caso permanece sin autoría conocida. La Audiencia Provincial detalla en su auto que "de las diligencias practicadas no se puede saber quién fue el autor o autores de los daños".

Frustración y certeza de autoría múltiple

Roberto Rivas, propietario de Viña Moraima, expresó en COPE su profunda frustración tras conocer la resolución, que mantiene el archivo sin posibilidad de recurso ante instancias superiores. "Con momentos mellores caes, pero supoño que si, moita certa frustración porque un año después no se sabe quién fue el culpable o culpables". Rivas describió el suceso como algo que dolió mucho y fue muy duro en su momento. Para él, ver que "algo así queda impune, pois é bastante bastante complicado".

El propietario sostiene que la magnitud del daño indica claramente la participación de varias personas. "Nós temos claro que que foron varias persoas porque unha ola nunha noite non daría feito todo o que se fixo, non sería imposible que unha persoa sola dara feito todo ese mal".

Pérdida patrimonial irrecuperable

La principal consecuencia del sabotaje es la pérdida irreparable de material genético e histórico. Rivas ha confirmado que la estimación económica de los gastos reales solo podrá cuantificarse este año, pues deben acometer los trabajos para volver a tener la plantación "a tope". A esto se suma el gasto de la pérdida de dos cosechas.

Sin embargo, el daño más grave lo sufrieron las cepas más antiguas. Había que tener en cuenta que algunas de las vides cortadas eran centenarias, poseyendo un valor histórico y patrimonial. Rivas lamentó que "esas non rebrotou ningunha. As centenarias esas non rebrotaron". El propietario subrayó la gravedad de esta pérdida: "o peor é que no se van a poder volver a tener cepas com ellas. E aí perdeuse, como disí, un valor case patrimonial".

El cierre judicial: pruebas insuficientes

La decisión de la Audiencia Provincial se fundamenta en la insuficiencia de las pruebas recopiladas. Las observaciones de las cámaras de videovigilancia no permitieron conocer la identidad de los autores. Aunque se investigó a una única persona, su imputación se debió exclusivamente a una supuesta discusión previa con un socio sobre la fumigación de las cepas. La resolución judicial concluyó que estas discrepancias eran "notoriamente insuficientes como para continuar el procedimiento frente al investigado".

La acusación solicitó diligencias adicionales, como la geolocalización de terminales móviles en la zona. No obstante, tanto el Ministerio Fiscal como el tribunal consideraron que, dado que muchos vecinos viven en el área, esta medida no serviría para individualizar al autor, ya que "con certeza aparecerían múltiples móviles presentes en el lugar". La conclusión fue que estas diligencias "no van a acercar ningún tipo de conocimiento ni tampoco van servir para el fin pretendido".

De momento, el caso se mantendrá archivado definitivamente, a no ser que aparezcan más pruebas o más indicios que permitan continuar con la investigación. A pesar del duro golpe, Viña Moraima tuvo una vendimia reciente "moi positiva en canto a cantidade dunha calidade tamén moi boa". El buen momento de las lluvias ayudó a equilibrar el grado y la acidez de la uva. 

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