Miguel Anxo Bastos, el profesor gallego que cita Milei, y que ‘provoca’ en el aula: "No estoy en contra de la izquierda"

Docente de la Universidad de Santiago de Compostela, Bastos Boubeta, se ha hecho “viral” por su naturalidad ingeniosa y su provocación del pensamiento crítico en clase

Paula Pájaro Rives

Santiago - Publicado el

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Miguel Anxo Bastos Boubeta no es un profesor convencional. Docente de la Universidad de Santiago de Compostela, su nombre lleva años resonando entre aulas, redes sociales y tertulias, mucho antes de que el fenómeno de la viralidad tuviera nombre.

Su estilo directo, su capacidad de generar debate y su enfoque político poco habitual —el anarcocapitalismo— han hecho de él una figura respetada.

En una entrevista en COPE Galicia, Bastos volvió a demostrar por qué es considerado uno de los intelectuales más provocadores del pensamiento económico y político en España.

 Un profesor fuera de serie  

Yo recuerdo que con usted me leí 14 libros en cuatro meses”, le confesé, al entrevistarle. Y es que dio clase a una asustadiza alumna que acaba de empezar la universidad sin saber muy bien lo que le esperaba años después.

Bastos es conocido por exigir a sus estudiantes que argumenten sus pensamientos, por despertar un pensamiento crítico poco habitual y por su naturalidad ingeniosa que despierta simpatía. “Si solo leen libros de izquierdas y no conocen los de derechas, eso no es formación crítica”. Esa defensa de la pluralidad ideológica en el aula no le ha evitado choques. “Al principio de curso les pregunto: decidme tres libros de derechas. Y no saben”, lamenta. Y está hablando de alumnos de nivel.

Sin embargo, insiste en que su objetivo no es imponer ideas, sino ofrecer argumentos que desafíen los discursos dominantes y enseñen a pensar desde diferentes perspectivas.

 ¿Qué es el anarcocapitalismo?  

En este mundo digital, la autenticidad de Bastos triunfa. En redes sociales, en plataformas de contenidos digitales, sus palabras enseguida consiguen miles de visualizaciones.

Su filosofía anarcocapitalista llama la atención. Le pedimos una definición.

El anarcocapitalismo no es un programa político, ni una receta inmediata. Es un marco teórico que cuestiona la necesidad del Estado”, explica Bastos. Lejos de las etiquetas de moda, su propuesta no busca ser aplicada mañana mismo, sino entender si es posible articular una sociedad en la que las funciones como la justicia, la seguridad o las infraestructuras puedan ser cubiertas por instituciones de la sociedad civil o el mercado. “La Iglesia, por ejemplo, es una organización anárquica. Uno entra y sale cuando quiere, no hay coerción. Por eso funciona”, sostiene. También pone como ejemplo el sistema internacional: “No hay un Estado global, y aun así cooperamos, tenemos comercio, Juegos Olímpicos y hasta festivales como Eurovisión”.

Para Bastos, la familia, las ONG, las mutualidades, los vecindarios y las empresas son ejemplos reales de cómo la sociedad puede organizarse sin la imposición estatal. “El problema no es que haya organización. El problema es que la organización venga acompañada de violencia o coerción”, matiza. En este sentido, distingue entre el carácter voluntario de una relación laboral —“si mañana no quiere ir a trabajar, nadie la va a buscar a casa”— y la obligatoriedad de pagar impuestos o participar en guerras.

SU RELACIÓN CON MILEI

El profesor Bastos fue citado por el presidente de Argentina, Javier Milei y por una de las frases que resume su pensamiento: Capitalismo, ahorro y trabajo duro.

El profesor y pensador reconoce que su relación es académica, no de amistad: "Lo conocí en persona un día en Madrid, pero no tenemos una relación personal. Yo no ando en el mundo de la política. Él tiene influencia anarcocapitalista, pero solo en el ámbito económico".

 Un aula viva  

Más que una clase, las sesiones de Bastos son un espacio de debate. “Si los alumnos solo vienen a escuchar, les podría mandar un vídeo. Pero vienen a participar, a discutir, a llevarme la contraria.”, Y parece que, para el profesor, eso es lo mejor de enseñar.

Con un estilo directo, sin imposturas y con una honestidad intelectual poco habitual, Miguel Anxo Bastos se ha convertido en un referente necesario. En un mundo donde el pensamiento crítico escasea, su figura invita a repensar los dogmas, a cuestionar lo evidente.