Alejandra, voluntaria de la "gran recogida" en Santiago: "Aportas tu granito de arena y al final del día, estás cambiando vidas"

Segunda jornada de la iniciativa solidaria para ayudar a los que ayudan: los bancos de alimentos esperan rellenar sus estanterías hasta la primavera

Patricia Iglesias

Santiago - Publicado el

3 min lectura

La solidaridad tiene un rostro joven en la última Gran Recogida del Banco de Alimentos. Los estudiantes María, Hugo y Alejandra son un claro ejemplo de ello, dedicando su jornada a informar y animar a la donación en un supermercado de Santiago. Para ellos, el voluntariado no es una novedad, sino un compromiso que repiten con convicción.

jóvenes pero Veteranos de la solidaridad

Aunque ahora estudian en Santiago, su compromiso solidario viene de antes. Alejandra ya había colaborado en un supermercado de A Coruña, mientras que Hugo participaba desde su colegio en Vigo. Por su parte, María hacía lo propio en su localidad natal, Vilalba.

Explica que todo surge al observar las necesidades del entorno. Considera que con una "mínima aportación" de muchas personas se puede lograr un impacto muy significativo. "Ves que miras a tu alrededor y ves necesidades que, de alguna forma, con una mínima aportación que tenemos hoy, pueden ser estar un mínimo más cubiertas", asegura.

Para Alejandra, la mayor recompensa es personal. Ha destacado que "invirtiendo, pues, nada, 2 horas de tu día, puedes realmente colaborar mucho más de lo que nos esperamos". La joven voluntaria tiene claro que, al final, gestos como este consiguen un gran impacto: "Aportas tu granito de arena y al final del día estás cambiando vidas, poquito a poco".

Contra los tópicos de la juventud

La implicación de estos tres jóvenes también sirve para romper con ciertos prejuicios. Hugo rechaza de pleno el tópico de que a la gente joven le cuesta colaborar. "Yo creo que no es así para nada. O sea, yo creo que ese es un tópico que está un poco equivocado".

De hecho, María cuenta que la iniciativa de participar en la recogida partió de ellos mismos en el colegio mayor San Agustín, donde residen, logrando movilizar a "muchísimos" compañeros que se repartieron por diversos supermercados de la ciudad.

relevos solidarios

 Los tres estudiantes le cogieron el testigo junto a las cajas de donación a Luis y a Marieli, que fueron los primeros en ponerse al pie del cañon solidario: son de la asociación Compostela Solidaria y como en otras ocasiones, suman hoy fuerzas con el Banco de Alimentos para la gran recogida. "Está indo fenomenal, a xente é moi solidaria" asegura Marieli. " Si o Gadis está ao 90% a esta hora, colabora o 50%, non está nada mal" asegura Luis. 

Durante la jornada, los voluntarios también orientan a los donantes, que suelen preguntar qué productos son más necesarios. La respuesta es clara: se prefieren alimentos no perecederos como las legumbres, así como productos de higiene, para cubrir las necesidades básicas de las familias beneficiarias.

Paquetes de galletas, garbanzos, cereales, toallitas higiénicas... van llenando las cajas que los voluntarios identifican después a boli: "desayunos...pasta... pañales". Una señora mayor se acerca con su bolsa: " vengo todos los años y voy a seguir mientras viva!", asegura vehemente.

Luis cuenta entre risas que llegaron unos extranjeros preguntando que era esto... "e para explicarlle en inglés o banco de alimentos...o único que me saía era bank...  Pero entenderon en seguida", asegura.

Vine un día y me enganché: es muy gratificante ver que la gente ayuda

Paco Cifuentes

Voluntario de Banco de Alimentos de Santiago

La gran recogida de 2024, que tuvo además la circunstancia especial de la DANA en Valencia, fue de cifras récord: en el  banco de Alimentos de Vigo consiguieron más de 320 toneladas de productos, mientras en el de la provincia de A Coruña, con un incremento del 27%, superaron las 160 toneladas. Paco Cifuentes, voluntario en Santiago, recuerda que el año pasado recolectaron aquí 20 toneladas y "por supuesto nos gustaría subir esta cantidad el máximo posible", porque las alacenas del banco de alimentos están muy vacías en estos momentos.  

Después de estos dos días de trabajo intenso, tocarán todavía muchas jornadas de otro más invisible, en los almacenes: "estas cajas se vacían y los productos se clasifican atendiendo a su fecha de vencimiento. Luego está la fase siguiente, que es la distribución entre las entidades colaboradoras"  que a su vez son las que hacen posible que, para miles de familias, lo de llenar la nevera no sea sólo una frase de anuncio.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.