CERVO

Sogama financiará en Cervo proyectos de "marcado carácter medioambiental" por cerca de 150.000 euros

Esta cuantía se destinará, en concreto, a la creación de una nueva red de abastecimiento

Alfonso Villares, alcalde de Cervo, y Javier Domínguez, presidente de Sogama, firman un convenio

Baruk Domínguez

Lugo - Publicado el - Actualizado

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El presidente de Sogama, Javier Domínguez, y el alcalde de Cervo, Alfonso Villares, rubricaron este lunes, en la sede de la empresa pública, en Cerceda, un convenio de colaboración que estará en vigor durante un año y que regirá la financiación de proyectos de utilidad pública de "marcado carácter medioambiental" orientados a "mejorar el bienestar y la calidad de vida de los cervenses".

En concreto, la empresa pública aportará al ente local 148.233 euros, cuantía que se destinará a la ejecución de las obras correspondientes al proyecto de Red de Distribución de Abastecimiento en Trasbar Fase 1.

Con este desembolso, la compañía quiere "cooperar en las tareas de protección ambiental" y "mostrar su gratitud por la generosidad" del gobierno local al haber posibilitado la obra de la planta de compostaje, ubicada en el polígono industrial de Cuiña, que también estará a disposición de los municipios más cercanos, "ayudándoles a dar debido cumplimiento a las directrices europeas en materia de residuos".

En este sentido, desde la empresa pública han querido recordar que "Europa exige a los entes locales que tengan implantada la recogida diferenciada de la materia orgánica a través del quinto contenedor, de color marrón, antes del próximo 31 de diciembre".

Servicio a 15 municipios

Una vez concluida la obra de la planta de biorresiduos de Cervo, la instalación, tras las correspondientes pruebas de carga, entrará en funcionamiento durante este primer semestre de 2023, y pasará a formar parte de la red de infraestructuras diseñada por la Xunta a fin de que la mayor parte de los municipios adheridos a Sogama tengan acceso a la valorización de la materia orgánica y dispongan de una planta de biorresiduos, o de transferencia, a menos de 50 kilómetros de distancia.

La instalación ocupa una parcela de casi 8.000 m2 y dará servicio a 15 municipios del arco cantábrico, aglutinando estos una población de más de 69.300 habitantes.

Asimismo, acogerá todo el proceso de compostaje -pretratamiento, fermentación, maduración y almacenamiento-, dispondrá de capacidad para tratar 3.000 toneladas de materia orgánica cada año, a las que habría que sumar 1.600 toneladas de material estructurante -podas y restos de madera-, y producirá alrededor de 1.500 toneladas de compost que se destinará, como fertilizante natural, al sector de la agricultura y jardinería.

Igualmente, la planta estará alimentada por energías renovables, contribuyendo con ello a la lucha contra el cambio climático, y contará con novedosos e innovadores sistemas de depuración de aguas y de aire, así como de reducción del nivel de ruido, garantizando de esta forma una operativa respetuosa con el entorno más inmediato.

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