Los apicultores gallegos avisan de que no se puede bajar la guardia: "La plaga de velutinas no está controlada para nada"
Recuerdan que su sector está haciendo frente al cambio climático y a sus consecuencias en la naturaleza, a esta especie invasora y a la competencia de un mercado globalizado
Lugo - Publicado el
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Los apicultores son conscientes de que la lucha tiene que continuar y, aunque esperan a ver qué resultados dan este año todas las medidas que adoptaron la pasada campaña para tratar de frenar la expansión de las avispas asiáticas, saben que “la plaga no está controlada para nada”.
Así al menos se expresa Joaquín Lozano, veterinario de la Asociación Galega de Apicultura, quien reconoce que, a pesar de todo el esfuerzo que realizan los productores y de las ayudas que reciben de la Administración, realmente es “muy difícil controlar” la población de esta especie invasora, que ataca a las colmenas y provoca una importante merma en la producción, además de gastos que los apicultores tienen que sumar a su cuenta de explotación.
“El año pasado tuvimos la sensación de que su presencia no fue tan intensa, pero a lo mejor solo fue la sensación. Vamos a ver qué pasa este año y el resultado que da el trampeo” que realizaron para atrapar a las reinas, explica Lozano.
"el trampeo es insuficiente"
En todo caso, ya avisa de que para hacer frente a una plaga de estas características, “el trampeo es insuficiente” y hay que pensar “en otras medidas”.
La lucha contra las velutinas sigue en la provincia de Lugo
Precisamente, la Consellería do Medio Rural ha publicado esta semana la convocatoria de ayudas para apicultores correspondiente a este año, con un presupuesto total de 1,4 millones de euros. Los apicultores podrán recibir ayudas para financiar la contratación de servicios de asesoramiento, asistencia técnica y formación. También para amortiza rlas inversiones destinadas a luchar contra las especies invasoras y las enfermedades de las colmenas.
Desde su punto de vista, esas ayudas son necesarias y bienvenidas, pero “claramente insuficientes”, porque los apicultores gallegos están luchando contra las velutinas, pero también contra las consecuencias del cambio climático. “No somos como cualquier otra ganadería. Si no hay pasto un año, les damos pienso a los animales. En nuestro caso no sucede así, dependemos de la naturaleza”, recordó.
Tarro de miel
"prestigio" en un mercado globalizado
Por otra parte, también precisó que los apicultores gallegos están operando en un “mundo globalizado”, en el que llega al mercado local “mieles de otros lugares” del mundo y la “competencia” les está haciendo “bastante daño”.
“Realmente, en Galicia tenemos un prestigio”, por la calidad del producto, pero “mantenerlo cuesta mucho” y hay que “hacer inversiones”, concluyó.