El agua alcanzó un metro de altura en el pabellón del Colexio da Ponte (Lugo), que sigue sin clase

El director del centro confía en recuperar la actividad lectiva el lunes, aunque el centro ha sufrido desperfectos importantes

El agua llegó a alcanzar quince centímetros de altura en la planta baja

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

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El agua llegó a alcanzar los 15 centímetros de altura en la planta baja del CEIP de A Ponte, en el municipio de Lugo, muy afectado por la crecida del río Miño, pero fue incluso peor en el pabellón polideportivo del centro, dado que subió hasta un metro, según informó a la Cadena Cope el propio director del colegio, José Luis Bernedo, quien también confirmó que las clases siguen suspendidas.

En las últimas horas se ha trabajado con intensidad para recuperar la normalidad lo antes posible en este colegio de Lugo, ubicado en el Paseo de Álvaro Cunqueiro, a orillas del río Miño, una vía que también permaneció cortada durante los últimos días como consecuencia de las inundaciones.

Bernedo confirmó que el agua “bajó muy rápidamente”, de una forma casi inusual, y no volvió a entrar en el centro desde “anteayer por la noche”. Por ello, ahora mismo se sigue trabajando a contrarreloj con el objetivo de reanudar las clases, con relativa normalidad, el próximo lunes.

“Ahora mismo tenemos aquí a trabajadores de todas las ramas. Hay electricistas, fontaneros, personal para reparar la calefacción y seis o siete operarios de limpieza”, dijo el director del colegio, quien también informó de que ha comenzado, por otra parte, la evaluación de daños.

DESPERFECTOS

Hay desperfectos importantes. Afortunadamente, los libros de la biblioteca están en la segunda planta, porque estuvimos en obras. De hecho, el agua ha levantado el suelo que acabábamos de colocar. También están afectados los muebles de melamina, el rodapiés, parte de la instalación eléctrica y algunos aparatos”, explicó el director.

También “se ha mojado algún documento, pero ninguno importante, porque esos papeles estaban guardados en sitios altos”, aclaró.

Por otra parte, recordó que hay mucha humedad en el edificio y, aunque en un momento determinado parece que todo está limpio, al poco tiempo empiezan a aparecer humedades y filtraciones de agua. Con todo, Bernedo confía en que “el buen tiempo” que se espera a partir del semana ayude a “que se evapore del todo”.

El director del centro quiso agradecer la colaboración de “todas las administraciones”, porque todas respondieron de forma eficaz ante esta situación de emegencia, y confía en que las clases puedan comenzar con normalidad a partir del próximo lunes.