El Servicio Dicesano de prevención y atención de abusos de Santiago estudia los primeros casos denunciados

Abogados, psiquiatras y psicólogos participan en este servicio dirigido a quienes han podido sufrir o sufren abusos físicos, psicológicos o de conciencia por parte de miembros de la Iglesia

COPE Santiago

Catedral de Santiago de Compostela

íñigo Landa

Santiago - Publicado el

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Era hace escasamente unos días cuando la Diócesis de Santiago presentaba oficialmente el Servicio  Diocesano de prevención y atención de abusos a menores, personas vulnerables y sus familias que, a pesar de haberse aprobado su constitución en 2022, ha sido ahora cuando se relanza y arranca con su trabajo de recibir y estudiar todas aquellas denuncias de quienes hayan podido sufrir o sufran cualquier tipo de abuso por parte de miembros de la Iglesia.

Y en estos momentos, son dos las denuncias recibidas, como ha adelantado en COPE la portavoz de este servicio, Milagros Otero Parga, desvelando que se trata "de un caso ya prescrito y que corresponde a otra diócesis y otro que está en estudio".

Denuncias llegadas a través de los canales establecidos por la Diócesis de Santiago para recibirlas, bien vía mail en el correo  atencionamenores@archicompostela.org o bien a través del teléfono de atención, 629 885 206.  

Primeras denuncias que podrían ser más ya que, como reconoce la propia Milagros Otero, ex Valedora do Pobo y profesora de la facultad de Derecho de la USC,  "hace falta un poco de tiempo para que estos mensajes calen y para que la gente vaya asumiendo estos mensajes y para que la gente confíe en nosotros".

¿A QUIEN VA DIRIGIDO EL SERVICIO Y QUÉ SE HACE CON LAS DENUNCIAS?

En esta misma entrevista, la portavoz del Servicio Diocesano ha sido muy clara al señalar que su trabajo está dirigido "a todas las personas que hayan sufrido algún tipo de abuso por parte de la Iglesia, a sus familiares y a las desprotegidas que hayan sufrido ese ataque a su dignidad como personas y que, sin haberlo dicho hasta ahora, estén realmente afectadas y necesiten esa reparación".

De ahí que las denuncias que se pudieran presentar no son sólo de casos que se estén produciendo en el presente, sino de cualquier otro que hubiera ocurrido en el pasado, incluso si hubiera prescrito legalmente, para que, como señala Otero Parga, "no vuelva a ocurrir en el futuro". 

Y es que uno de los mensajes que se quiere trasladar con este Servicio Diocesano de prevención y atención de abusos a menores, personas vulnerables y sus familias es el de que la Iglesia no puede volver a cerrar los ojos ante este tipo de casos, intentando identificar "a esa persona que está actuando de esa forma tan poco noble  y tan poco eclesiástica para evitar que esa sola pieza de entre un millón pueda afectar al resto".

Para ello se pone en marcha este servicio, compuesto por seis miembros de los que cuatro son laicos con experiencia como abogados, psicólogos y psiquiatras, "fundamentalmente para ayudar a esa persona que denuncia, para escucharle, para acogerlo, para intentar de aliviar su sufrimiento" y, en caso de que se confirme haber sido víctima de abusos no solo físicos, también psicológicos o de poder, "incluso se le puedan pagar los tratamientos médicos que precisa y asesorarlo jurídicamente, tanto desde el punto de vista civil como canónico para que pueda elegir entre los caminos que se le abren".

Aunque, concluye Milagros Otero, "sobre todo el trabajo que haremos será para acoger a esa persona, para mostrarle cariño y esa empatía que, a lo mejor otras veces no tuvo o no pudo tener o no supo buscar y que es muy injusto que se le haya negado".

Puedes escuchar la entrevista completa con Milagros Otero Parga aquí: