La imagen de la gabarra surcando las aguas de la Ría de Bilbao con los jugadores del Athletic ofreciendo la Copa del Rey a toda su afición 40 años después de celebrar su último título es una imagen que, a buen seguro, quedará ya para la historia no sólo del club vasco, sino también en la memoria de todo futbolero de este país.

Una imagen que difícilmente se podría intentar reproducir en Galicia, no sólo por la dificultad de que alguno de los equipos de fútbol de la Comunidad logre un título semejante a corto plazo, el único con Liga y Copa en sus vitrinas es el Deportivo de La Coruña, ahora aspirante al ascenso a la 2ª División del fútbol español, sino por la dificultad que supondría encontrar una embarcación semejante a la gabarra bilbaína. Aunque las ha habido en el pasado en puertos de Galicia.

60 AÑOS SIN GABARRAS DE BURÍA EN LOS PUERTOS ATLÁNTICOS DE GALICIA

Nos lo cuenta el profesor de ingeniería naval y secretario de EXPONAV en Ferrol, Raúl Villa, recordando cómo "en la época de navegación a vela hubo puertos de cabotaje muy importantes en Galicia como Noia y Corme" a los que se unieron otros como Ponteceso, Camariñas o Corcubión, donde "operaban embarcaciones no muy conocidas, denominadas gabarras de Buría".

Sobre todo en el puerto de Camariñas "que se declara de vocación agraria y donde operaron hasta 1964 embarcaciones destinadas al transporte de pino que tenía como principal destino Asturias".

Citando algunas de las más célebres como Capricho de Vigo, La Sirena de Chuco de Farruco o Buría de Cerdeiras, que fue la última "que andaba a la madera y que en 1964 efectuó su última singladura". Es decir, hace ahora exactamente 60 años.

Aunque la desaparición de las gabarras de los puertos gallegos comenzó antes, "sobre 1958 con la crisis maderera", a lo que se sumó la competencia del ferrocarril y, sobre todo, la llegada de los camiones.

Una desaparición que, salvo que alguien haya sido capaz de guardar alguna de estas gabarras en las últimas seis o siete décadas, hace realmente difícil que en caso de que, en caso de cualquier éxito deportivo, se pueda repetir en Galicia la imagen de estas embarcaciones de carga transportando a equipos campeones surcando alguna de las Rías Altas o Rías Baixas.