Sacarse el carné de conducir este verano, misión casi imposible en Ferrol por la falta de examinadores

La escasez de personal en la DGT provoca listas de espera de entre seis meses y un año para acceder al examen práctico

Ada Romero

Ferrol - Publicado el - Actualizado

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Con el fin del curso académico, muchos estudiantes aprovechan el verano para obtener el carné de conducir. Sin embargo, lo que debería ser un trámite se ha convertido en una auténtica odisea. Las autoescuelas de Ferrol y del resto de la provincia de A Coruña se enfrentan a colas interminables debido a la escasez de examinadores de Tráfico y de personal en la Dirección General de Tráfico (DGT), también de profesores.

Pablo Pérez, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de A Coruña, ha confirmado que la situación se agrava cada verano. “La mayoría de los alumnos que aprueban el teórico en junio o julio ya no pueden hacer el examen práctico hasta octubre o noviembre, si es que no tienen que esperar al verano siguiente”, advierte.

la mitad de examinadores 

En estos momentos, en la provincia hay menos de la mitad de examinadores que hace 15 años: de unos 20 se ha pasado a apenas 8. A esto se suma que ahora cada uno realiza menos pruebas diarias por la implantación de los denominados “exámenes de calidad” europeos, lo que reduce aún más la capacidad de respuesta.

“La única solución sería aumentar la plantilla desde Función Pública o permitir que empresas privadas también puedan examinar, como ocurre en Portugal, donde no hay listas de espera”, apunta Pérez, que también lamenta la escasez de profesores de autoescuela, aunque esta situación se está intentando corregir con la reciente incorporación del título de Formación Profesional.

consecuencias laborales y sociales

El colapso también tiene consecuencias laborales y sociales: “Hay personas que pierden plazas en oposiciones o empleos en empresas de transporte porque no pueden sacarse el carné a tiempo”, denuncia. La saturación es tal que alumnos de otras comunidades llaman a diario a las autoescuelas gallegas para intentar examinarse aquí, aunque también se les rechaza por falta de plazas.

Aunque la provincia de A Coruña no está entre las peores de España —Madrid, Valencia o el País Vasco alcanzan hasta un año de espera—, la situación sigue siendo muy preocupante para alumnos y centros de formación vial.