Preocupación en la Ría de Ferrol por la desaparición del delfín Manoliño

El CEMMA pide colaboración ciudadana para esclarecer su paradero

Ada Romero

Ferrol - Publicado el

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Desde principios del pasado mes de junio no se tiene constancia del paradero del delfín Manoliño, también conocido como “Confi”, que desde finales de 2024 se había asentado en las aguas de la Ría de Ferrol tras pasar cinco años en la Ría de Muros-Noia. La Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA) ha lanzado un llamamiento a la ciudadanía para recabar información que ayude a reconstruir qué pudo haberle ocurrido.

Alfredo López, biólogo del CEMMA, ha explicado que el seguimiento del animal se realizaba desde 2019 gracias a los avisos de marineros, mariscadoras, usuarios del mar y navegantes, además de controles visuales y fotográficos cada seis meses. El objetivo: vigilar su estado físico y prevenir posibles riesgos o agresiones.

COMPORTAMIENTO PECULIAR

El comportamiento de este delfín era singular. Al tratarse de un ejemplar solitario expulsado de su grupo, buscaba suplir sus carencias sociales interactuando con humanos y embarcaciones. Una conducta poco común pero no desconocida para los biólogos, que destacaba su habilidad para manipular objetos como uno de sus rasgos más llamativos.

Según detalla López, Manoliño fue visto por última vez entre los días 3 y 4 de junio, y desde entonces no se ha vuelto a tener constancia directa de su presencia. Pese a numerosos rumores sobre su posible fallecimiento tras el impacto con la hélice de una embarcación, no hay ninguna confirmación oficial. De hecho, la organización lamenta que durante días clave nadie alertase directamente de ningún incidente, lo que dificulta ahora la investigación.

COLABORACIÓN CIUDADANA

OCEMMA solicita a quienes puedan tener información —ya sea visual, fotográfica o en vídeo— que se pongan en contacto a través del correo cemmaorganizacion@gmail.com, con “cemma” con dos emes. Aseguran estar recibiendo ya numerosos testimonios, algunos sin relación directa, pero todos ellos útiles para intentar reconstruir lo ocurrido.

En la entrevista, el biólogo también recordó la mala praxis generalizada en la relación con el delfín, desde bañistas hasta administraciones y medios de comunicación, que contribuyó a que el animal desarrollase conductas potencialmente peligrosas. Manoliño llegó a poner en riesgo a personas, aunque desde el CEMMA recalcan que la responsabilidad recae únicamente en la conducta humana, no en el animal.

Desde la organización insisten en que se habían dado indicaciones claras desde 2019 para evitar interacciones con el delfín, advertencias que no fueron respetadas. La falta de medidas correctoras ha desembocado, según explican, en una situación crítica.

Mientras prosigue la investigación, se mantiene la esperanza de obtener pistas que permitan aclarar el destino del delfín Manoliño, cuya presencia en la ría marcó el día a día de muchos profesionales del mar en Ferrol y sus alrededores.