¿Qué harías si no pudieras ver ni oír?: La historia de un coruñés que siente el mundo con sus manos

Juan Rivas es uno de los 9.000 sordociegos que hay en España. Juan sabe lengua de signos pero no puede ver por lo que necesita una mediadora como Vanesa que le toca sus manos para que note lo que le está diciendo

Eva Iglesias

Coruña - Publicado el

3 min lectura

Juan Rivas es sordociego como alrededor de 9.000 personas en toda España, aunque no hay un censo definitivo. Esta discapacidad única afecta a 15 de cada 100.000 habitantes. En el caso de Juan nació sordo, la ceguera vino después. "Me comunicaba con lengua de signos. Fui al colegio a Santiago y, ahí, bueno, aprendí lo que pude aprender. Luego empecé a trabajar pero las dificultades visuales cada vez eran mayores. Tuve la fortuna de poder acceder a ser vendedor de la ONCE que me proporcionó ir a Madrid para aprender braille y aprender también a comunicarme de otra forma y poder seguir vendiendo el cupón" relata Juan a través de su mediadora Vanesa

MODOS DE COMUNICARSE

Pero lo que para nosotros es fácil para Juan es un mundo. Juan sabe lengua de signos pero no puede ver por lo que necesita una mediadora como Vanesa que es, en ocasiones, su voz y sus ojos. Vanesa es su conexión con el mundo. Se lo acerca tocando sus manos para que note lo que le está diciendo con lengua de signos. "Yo tengo, por ejemplo, unas tarjetas para ir al bar, pido un zumo y le muestro esa tarjeta y luego me escribe el precio en mi mano y así yo puedo comunicarme", explica Juan. 

MONCHO FUENTES

La delegada de la Xunta en A Coruña, Belén Do Campo, comunicándose con Juan Rivas

La ONCE le facilita este servicio vital para su vida aunque para comunicarse Juan tiene otros medios. Por ejemplo, un comunicador. Juan lo utilizaba para vender el cupón, "la otra persona tenía que teclear lo que quería, yo tenía que leer y era la forma que utilizaba para la venta del cupón". O tarjetas de comunicación. "Yo las puedo leer en braille y, si yo me pierdo, puedo mostrar esa tarjeta y otra persona que la vea me puede ayudar a ubicarme. Y así, yo puedo saber dónde estoy".

Ahora espera que la inteligencia artificial les ayude a mejorar su vida. Pero claro este aprendizaje no es para siempre porque la vida está cambiando constantemente. Vanesa señala que este aprendizaje "no es para toda la vida, porque resulta que algo cotidiano como son los recorridos podemos ya saberlos de manera autónoma pero sucede que los entornos son cambiantes y, de repente, aparecen unas obras". Subraya que con esta comunicación todo es "un poco más lento, precisamos más tiempo". 

A pesar de todas estas dificultades en su día a día, Juan no ha dejado de hacer aquello que le apetece como "tiro con arco, cestería y el gimnasio". "Me gusta porque luego podemos contactar, hago amistades, voy a fiestas con los compañeros de aquí, es una forma de socializar", añade Juan. 

Vanesa, su mediadora, se emocionaba al explicar como ayuda a Juan y a otras personas con sordoceguera. La idea, según Vanesa, es que los necesiten lo menos posible, que con el tiempo puedan desarrollarse lo más "autónomamente posible".

once

La ONCE ofrece cobertura a estas personas con dos líneas específicas de acción: la Unidad Técnica de Sordoceguera con tecnología y profesionales que apoyan su inclusión y la Fundación ONCE para la atención a personas con sordoceguera, que cuenta con más de 140 mediadores que prestan cada año 90.000 horas de mediación y servicio, concretamente más de 95.000 el pasado año. 

El Corte Inglés también ha lanzado una camiseta en solitario en tiendas Sfera con el mensaje “Coge mi mano”. En el día mundial de la sordoceguera, reclaman su lugar en la sociedad como unos ciudadanos más porque esta discapacidad acrecienta su riesgo de aislamiento.

MONCHO FUENTES

La delegada de la Xunta, Belén do Campo, mostrando el cupón de la ONCE conmemorativo del Día Mundial de las personas sordociegas

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