El Obelisco de A Coruña vuelve a dar las horas por la noche
La restauración del reloj devolvió la iluminación a la esfera
Obelisco iluminado
Coruña - Publicado el - Actualizado
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El Obelisco vuelve a dar las horas, también por la noche. El reloj de uno de los monumentos más emblemáticos de A Coruña ha sido objeto de una exhaustiva restauración en las últimas semanas para su correcto funcionamiento. Dentro de esas labores, ha recuperado su luz nocturna.
La esfera del Obelisco llevaba 20 años sin estar iluminada, por fallos en las luces y el cableado. Técnicos de iluminación municipales repararon todos los elementos para que la ciudadanía pueda volver a ver el reloj cuando se pone el sol.
RESTAURACIÓN A CUATRO MANOS
La restauración del Obelisco forma parte del plan de recuperación de relojes históricos de la ciudad, que recientemente también se ha llevado a cabo en el reloj del Palacio Municipal de María Pita. En las labores han trabajado cuatro profesionales de tres empresas especializadas: José Antonio García, de Postventa Relojeros; David Rodríguez, de Relojería Nemesio y los catalanes Jaume Doménech y Jan Doménech, de Antic Daró.
Fueron varias semanas de obras que culminaron en diciembre. Durante los trabajos tuvieron que retirar la maquinaria del reloj y desmontarlo pieza a pieza para que pudiese volver a marcar la hora de forma correcta. Una labor ardua, sin duda, puesto que consta de cientos de elementos.
ORIGEN “EGIPCIO”
El Obelisco, la enorme columna situada en pleno Cantón Grande, es uno de los símbolos de la ciudad de A Coruña. Su historia es curiosa: en 1893 hizo escala en el puerto de A Coruña el barco que llevaba a París el Obelisco egipcio que se instalaría en la plaza de la Concordia. Tanto éxito tuvo esta inesperada atracción, que dos personajes de la época, Narciso Obanza y Ricardo Caruncho, decidieron erigir uno propio para la ciudad.
Dos años después, y gracias a una suscripción popular, nació el llamado Obelisco. Así se denominó a esta columna conmemorativa octogonal, con reloj, termómetro, barómetro y un homenajeado: Aureliano Linares Rivas, el diputado que impulsó la llegada del tren a la ciudad. El monumento está frente a Marchesi y Dalmau, una de las dos calles que el alcalde Marchesi tiene en A Coruña. La vía solo tiene un número, y es, curiosamente, un gran bajo comercial en el que actualmente se ubica la tienda de Mango.