Pedro Sánchez estará este lunes en Olivenza (Badajoz) para el funeral de Fernández Vara
La España de las autonomías despedirá al expresidente extremeño como una persona de consenso, atento y cercano con una ceremonia presidida por los tres prelados extremeños.
Pedro Sánchez estará este lunes en Olivenza (Badajoz) para el funeral de Fernández Vara
Badajoz - Publicado el
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y una amplia representación de líderes autonómicos de todos los signos políticos confirmaron su asistencia al oficio en la iglesia de Santa María Magdalena, en un acto de duelo que trasciende fronteras ideológicas La localidad pacense de Olivenza, cuna del expresidente extremeño, se prepara para acoger este lunes el último adiós a Guillermo Fernández Vara. Será en la iglesia de Santa María Magdalena, a las 11:00 horas, donde se celebrará la misa funeral por el que fuera durante tres mandatos al frente de la Junta de Extremadura y secretario general de los socialistas extremeños durante 16 años.
La ceremonia, que contará con la presencia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, según confirmaron a Efe fuentes del Gobierno, se convierte en un acto de reconocimiento nacional a una figura política que supo ganarse el respeto incluso de sus adversarios. El oficio religioso estará presidido por el arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, quien estará acompañado por los obispos de Plasencia y Coria-Cáceres, Ernesto Jesús Brotons y Jesús Pulido, respectivamente. Esta representación eclesiástica de máximo nivel en la región subraya la importancia institucional del acto y el peso de la figura que se despide.
La ceremonia no será solo un acto de despedida, sino la consagración póstuma de un hombre que hizo de la concordia su bandera. La muerte del expresidente, ocurrida este domingo a los 66 años tras una larga enfermedad, ha generado una ola de reacciones que cruza todas las fronteras políticas. Desde el PSOE, compañeros de viaje como el president de la Generalitat, Salvador Illa, se han mostrado "conmocionados" por la pérdida, definiendo a Vara como "un gran socialista que siempre trabajó por el progreso de Extremadura" y "ejemplo de compromiso con su tierra". Una valoración que comparte el presidente asturiano, Adrián Barbón, para quien el extremeño fue un "portavoz permanente de los intereses y derechos de Extremadura".
Pero quizás lo más significativo del legado de Fernández Vara es el respeto unánime que ha cosechado entre los líderes del Partido Popular. Su sucesora en el cargo, la presidenta de Extremadura, María Guardiola, fue una de las primeras en destacar que, "por encima de cualquier diferencia", siempre recibió de él un "trato cercano y sincero". Una apreciación que se extiende por toda la geografía nacional: el presidente andaluz, Juanma Moreno, lo definió como "un hombre con sentido de Estado, entregado a su tierra y su gente"; mientras que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, lamentó "muchísimo" su fallecimiento, destacando que "la política española pierde a un líder socialista con el que se hablaba, se discutía y se llegaba a puntos de encuentro". El coro de voces se amplía con testimonios que recorren el mapa autonómico español. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, recibió la noticia "con mucha tristeza" y defendió que Fernández Vara fue un "referente político con un profundo compromiso con la construcción de una sociedad más justa".
Desde Navarra, María Chivite sólo tuvo "palabras de cariño y agradecimiento" por sus conversaciones y enseñanzas, calificándolo simplemente como "una buena persona, un buen político". La presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, coincidió en resaltar su "enorme sentido de Estado", una cualidad que también subrayaron los presidentes de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón; de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; y de Murcia, Fernando López Miras, quien siempre encontró en él a un "hombre capaz, trabajador incansable y defensor de sus ideas con responsabilidad, sentido de Estado y dignidad".
El funeral en Olivenza no será, por tanto, solo la despedida a un presidente autonómico, sino el reconocimiento colectivo a una forma de hacer política que muchos añoran. Una filosofía basada en el diálogo, el respeto al adversario y la búsqueda de consensos que Guillermo Fernández Vara encarnó hasta sus últimas consecuencias y que, a juzgar por las reacciones de sus compañeros y rivales, constituye el legado más valioso que deja a una España necesitada de puentes en tiempos de polarización.