Crónica de una dimisión anunciada: así acabó la titulitis con el consejero Higuero

La consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Fue lo que "sacó" Vox del acuerdo de gobierno que permitió a María Guardiola ser presidenta de la Junta de Extremadura, no sin antes protagonizar un eterno tira y afloja que fue comidilla nacional. 

Se partía en dos la consejería de Agricultura y, desde luego, alguno llegó a pensar que más que un argumento, sería un tormento para los de Abascal. "La consejería de los incendios", decían. Poco que ganar y mucho que perder, al menos, a priori. Aunque cierto es que Vox se llevaba bajo la manga las cartas de caza y pesca, además de ese apellido que tan bien suena y que tanto abarca: "Mundo Rural".

La encargada de encabezar la única consejería de Vox sería la mediática ganadera Camino Limia.  Duró apenas dos meses. Su impulso y carácter no casó "con Madrid", como ella misma reconoció en los micrófonos de COPE: "Madrid no podía decirle a una consejera lo que había que hacer en Extremadura".

Tras su marcha, que fue seguramente el primer gran lío que tuvo que enfrentar Guardiola como presidenta, Vox puso al frente de la consejería a Ignacio Higuero. Un consejero de perfil bajo, cómodo en el segundo plano, prudente y relacionado en la región, sobre todo, con el mundo de la caza. 

La etapa de Higuero al frente de la consejería ha venido a demostrar, estos dos años, que efectivamente se trataba de la consejería de los incendios. Literal y metafóricamente. Porque, paradójicamente, donde más fuego ha tenido que apagar ha sido en el regadío de Tierra de Barros. Tema con el que empezó marcándose un gran tanto -fue quien destapó la famosa carta de Guillermo Fernández Vara-, pero con el que terminó desdibujándose y quedando en un segundo plano.

En julio de 2024, Vox rompía todos los gobiernos de coalición con el PP. También en Extremadura. Sin embargo, el único consejero de los de Abascal en la región sorprendía a propios y extraños anunciando que dejaba su partido para continuar en el cargo: "Hago lo mejor para Extremadura", decía.

Como consejero se enfrentó a otra gran polémica, cuando se dio a conocer que había sido sancionado en dos ocasiones, precisamente, por incumplir una ley, la Ley de Caza, que ahora dependía de él. Ni las multas ni el mismísimo Abascal han logrado lo que sí ha conseguido el tsunami de titulitis: su dimisión.

Higuero se ha visto obligado a renunciar después de que se le acusase de falsear su currículum, en el que aparece como licenciado en Marketing por el CEU en 1993, cuando, al parecer, ni tan siquiera existía tal licenciatura. Una noticia que, por cierto, se dio a conocer casi al mismo tiempo en que se acusaba a Manolo Borrego, líder del PSOE de Badajoz, de algo parecido, situación que ha negado públicamente.

La dimisión de la popular Noelia Núñez ha sentado un precedente que, posiblemente, se lleve por delante más cabezas. Por lo pronto, en Extremadura, deja la Higuero, el consejero que lidió, efectivamente, con la consejería de los incendios y que se marcha, curiosamente, con el mismo argumento que usó para abandonar Vox y seguir en el cargo. El de la responsabilidad, tan de moda en estos tiempos.