Riomalo de Arriba, la joya de la ‘arquitectura negra’ de Las Hurdes, será Bien de Interés Cultural
La Junta de Extremadura ha iniciado los trámites de esta declaración en la categoría de Lugar de Interés Etnológico
Edificación de la alquería hurdana de Riomalo de Arriba
Cáceres - Publicado el
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El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado la resolución que inicia el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la zona histórica de la alquería de Riomalo de Arriba, en Ladrillar (Cáceres). Esta joya de la comarca de Las Hurdes recibirá esta protección con la categoría de Lugar de Interés Etnológico.
Una arquitectura de la supervivencia
La resolución destaca que Riomalo de Arriba es "un ejemplo de arquitectura vernácula desarrollada en un entorno constreñido", fruto de un contexto de grandes dificultades socioeconómicas, minifundismo y aislamiento. En este entorno se ha desarrollado una arquitectura tradicional que emplea los materiales disponibles en la zona: pizarra, esquistos, tierra y madera.
Riomalo de Arriba es un ejemplo de arquitectura vernácula desarrollada en un entorno constreñido
Esta situación de aislamiento pervivió hasta mediados del siglo XX, cuando la mejora de las comunicaciones coincidió con una despoblación masiva. Este abandono, si bien provocó un deterioro progresivo de las construcciones, también ha permitido su conservación sin modificaciones sustanciales, lo que justifica la adopción de medidas de salvaguarda y protección legal.
La 'arquitectura negra' hurdana
El conjunto es un paradigma del asentamiento concentrado y macizo que se adapta a la topografía del terreno. El trazado urbano se define por su asimetría, con calles irregulares, estrechas y con quiebros pronunciados que discurren entre pequeñas manzanas de edificaciones.
Las viviendas reflejan las duras condiciones de la economía campesina de subsistencia, a medio camino entre una casa y un refugio elemental como los chozos. Estas construcciones, a menudo cercanas a la infravivienda, pertenecen a los modelos de casas serranas de la Alta Extremadura, pero con una sobriedad que las hace únicas.
El uso predominante de la pizarra ha dado nombre a la llamada 'arquitectura negra'. Las casas, de planta cuadrangular y una sola altura, se agrupan separadas por callejuelas y a menudo redondean sus esquinas para ganar estabilidad. La cubierta, con lajas de pizarra sin trabazón, y la puerta como único hueco al exterior, conforman una vivienda marcada por la austeridad.
Edificios destacados
Además de las viviendas tradicionales, en la alquería destacan dos edificios. Las antiguas Escuelas, impulsadas por el Ministerio de Instrucción Pública a principios del siglo XX, se sitúan separadas del núcleo urbano y presentan una cubierta de teja cerámica árabe. Por su parte, la iglesia parroquial es un modesto edificio exento, de finales del siglo XIX o comienzos del XX, construido en mampostería, sillarejo y ladrillo.
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