“Nos están partiendo la ciudad”: empresarios y vecinos estallan contra el muro del AVE en Navalmoral de la Mata

Comerciantes denuncian pérdidas, vecinos reclaman soluciones y el grupo Liberales exige al Ayuntamiento y ADIF medidas urgentes

Miriam BañónÁngela Monreal

Mérida - Publicado el - Actualizado

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Navalmoral de la Mata, vive una creciente indignación vecinal y empresarial por las consecuencias del proyecto de alta velocidad. La construcción de un muro de más de cinco metros de altura —que acompaña el trazado del AVE a su paso por el municipio— ha dividido literalmente la ciudad. Lo que debía representar desarrollo y futuro, se ha transformado en una barrera física y económica que aísla a parte de la población… y hunde a sus negocios.

“Estas obras no solo dificultan el día a día de los vecinos. También entorpecen el trabajo de los empresarios. Nos están arruinando”

Guillermo Carrión

Propietario del bar COCOTO

Al otro lado del muro, justo en la zona afectada por el cierre del paso a nivel en la calle Pablo Luengo, se encuentra uno de los núcleos comerciales más importantes de Navalmoral. Allí operan alrededor de 60 establecimientos de todo tipo, que ya han empezado a notar una disminución “preocupante” en sus ingresos. Los comerciantes denuncian que, debido a los cortes y desvíos, muchos clientes han dejado de acudir a esta parte del municipio, alargándose los trayectos y reduciéndose la actividad económica.  Guillermo incluso asegura que las obras dificultan el día a día. El trayecto que antes se recorría en 5 minutos ahora se hace en 15.

Desde el sector se muestran críticos con la planificación del proyecto. Reclaman una mayor previsión por parte de las administraciones y, sobre todo, una mejor comunicación entre ambas zonas de la ciudad, ahora prácticamente incomunicadas. Los empresarios aseguran que el aislamiento ha generado un claro desequilibrio en la ciudad, donde el flujo de personas y el consumo se han concentrado en unas pocas zonas, dejando otras completamente olvidadas.

denuncia política

La situación ha provocado que el grupo independiente Liberales y Moralos presentara una moción en el Ayuntamiento, aprobada por el pleno, para exigir medidas urgentes que palien los daños económicos. Liberales propone desde la exención de tributos municipales hasta la concesión de ayudas y subvenciones para los negocios afectados. Pero también ponen el foco en otro problema: el deterioro de las calles que ahora soportan el peso del tráfico desviado.

Desde la formación política exigen que el Ayuntamiento reclame a ADIF la reparación y el mantenimiento inmediato de viales, baches y socavones. En caso de que no lo haga, el consistorio deberá ejecutarlo a su costa. Denuncian que las malas condiciones del firme provocan no solo molestias a los vecinos, sino también un efecto disuasorio en potenciales visitantes o consumidores que, ante las dificultades, eligen no acercarse a la zona afectada.

Además, recuerdan que la obra del muro del AVE ha sido ejecutada a pesar del rechazo vecinal y del apoyo mayoritario al soterramiento como alternativa menos invasiva. “Lo que está ocurriendo —señalan— no es solo una cuestión urbanística, es una fractura social y económica en el corazón de Navalmoral”.

Las críticas crecen y la presión también. Mientras las máquinas siguen su avance, comerciantes, vecinos y grupos políticos insisten en una idea clara: la ciudad no puede pagar el precio del desarrollo con su propio aislamiento.