Control de aforos en iglesias al 25%: "Siento discriminación; no sé si es que los católicos contaminamos más"

Tras el primer domingo al 25% de aforo en los templos, algunos extremeños muestran su estupor por la medida que ya ha provocado que varios fieles se quedaran fuera de misa.

La excesiva limitación en el ejercicio del derecho a la libertad religiosa podría afectar al derecho mismo, según apunta la Diócesis de Plasencia.

Muchas parroquias decidieron transmitir las celebraciones "online" durante el confinamiento. Ahora el vaivén de normas y aforos termina por producir un efecto disuasorio entre los fieles a la hora de participar en los actos de culto.Vicente M. Roso

Vicente M. Roso

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 20:02

Desde este domingo hasta las 24:00 horas del 21 de noviembre se establecen limitaciones de aforo en todo el territorio extremeño por la declaración de nivel tres o alto de alerta por la pandemia.

Afecta a ámbitos como el comercio, los espectáculos deportivos, el cine, los museos y la hostelería, entre otros. Sin embargo, ninguna medida es tan restrictiva como la que se aplica al ámbito religioso.

Mientras que en el resto de las actividades se permite incluso hasta la mitad de aforo en el caso de las de ocio al aire libre, hasta un máximo de 200 personas, los velatorios no pueden superar la decena de asistentes.

Este domingo ha sido el primer día en el que no se permite superar el 25 por ciento del total del aforo en los lugares de culto.

Así, la Diócesis de Coria-Cáceres pedía a los sacerdotes que durante este tiempo, en las medidas de las posibilidades, hagan un esfuerzo para facilitar la celebración dominical “cuidando las medidas organizativas y cumpliendo escrupulosamente todas las medidas de seguridad”.

Algunas parroquias que contaban solo con una misa por templo han duplicado el número de celebraciones para facilitar el ejercicio del derecho a la libertad religiosa, siempre obedeciendo de forma “exquisita” las normas establecidas por la autoridad civil.

Tras un confinamiento en el que varias parroquias se pasaron a las celebraciones “online”, desde que se abrieron las iglesias se ha tratado de poner todas las medidas de prevención al alcance, gel hidroalcohólico y alfombrillas desinfectantes a la entrada, limpieza del templo antes y después de cada celebración, uso obligatorio de mascarilla, distancia social entre asientos…

Aun así, este domingo en Cáceres una decena de personas no han podido acceder a la iglesia de San Juan por estar ya completo el aforo.

"Me parece una discriminación a los católicos que en algunos lugares se permita el 50 por ciento de aforo y a nosotros solo el 25. No sé si es que los católicos contaminamos más o qué ocurre", apuntaba a COPE Luis, que se tuvo que quedar fuera de misa al encontrarse completo el templo.

Ya la Diócesis de Plasencia advertía del riesgo que supone la “excesiva limitación” en el ejercicio del derecho a la libertad religiosa y se planteaba si todo esto terminará por “afectar” al derecho mismo, , recogido como derecho fundamental en el artículo 16 de la Constitución Española.

Cuando no hay evidencias de que los espacios litúrgicos hayan sido propicios para la expansión del virus, se justifica difícilmente el vaivén al que se ven sometidos los fieles en su voluntad de asistir a las celebraciones de su fe, en las que, más que consumir un producto, encuentran una plenitud capaz de dar sentido a todas las demás dimensiones y actividades de la propia vida, y es esa vivencia, que afecta a lo íntimo de la conciencia, la que tiene que ser protegida”, apuntaba el viernes en un comunicado en la web diocesana.

Un “vaivén” de normas y aforos que “termina por producir un efecto disuasorio” en la participación en los actos de culto, señalaba el Obispado de Plasencia.

Para la diócesis placentina, la participación en las celebraciones de culto no depende de la voluntad de los responsables públicos, ni siquiera de las autoridades religiosas, es el libre ejercicio de un derecho “esencial, innato a la persona misma”.

"Se conoce que el virus es ateo y ataca más en los lugares de culto", ironizaba este domingo otro feligrés cacereño.

Una "discriminación" que también mostraba Luis, quien afirma que "como catóico vivo de la fe, del encuentro con Dios, de los sacramentos y necesito en esta pandemia una ayuda, que no puedo tener porque se ha limitado el aforo. Es una discrimanación total".

Por su parte, Julia expresaba también su enfado por estas medidas "sin fundamento" en el porcentaje a aplicar, aunque animaba a todos los cristianos ahora en tiempos de pandemia, en los que en casi todos los ambientes reina la "apatía, la tristeza, el hartazgo, incluso el miedo", a dar una "palabra de esperanza, personificada en Jesucristo".

"Nuestro testimonio no se puede silenciar y es más que necesario en estos momentos amargos. Con valentía, sin miedo y cumpliendo las medidas sanitarias, ¿por qué no celebrar esto, participar de la eucaristía? Dice el Evangelio que si estos callan, gritarán las piedras", sentenciaba.