La odisea de los jubilados de Mérida con el Imserso: obligados a ir a Badajoz para poder viajar

Mayores de la capital extremeña denuncian el abandono y los problemas de un sistema que les obliga a desplazarse para iniciar sus vacaciones

La odisea de los jubilados en Mérida con el Imserso

Celia Lafuente

Mérida - Publicado el

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Las puertas de las agencias de viajes se han convertido en un punto de encuentro para decenas de jubilados de Mérida que, un año más, afrontan con frustración el inicio del programa de viajes del Imserso. La queja es generalizada: cuando les llega el turno de reservar, muchos de los destinos más solicitados ya se han agotado. El sistema de adjudicación, que asigna las citas por carta en días diferentes, y la reserva online provocan que "cuando llegas a las agencias, pues ya está casi todo ocupado".

El sinsentido de viajar a Badajoz

Sin embargo, la mayor indignación para los mayores emeritenses es la obligación de tener que desplazarse a Badajoz para poder iniciar su viaje. "Es inconcebible que una persona de Mérida tenga que ir a Badajoz a coger el viaje para ir al Imserso", lamenta una de las afectadas. Esta situación ha llevado a algunos a renunciar directamente a sus vacaciones, como explica una jubilada: "Yo no tengo coche, no tengo quien me lleve y yo no tengo por qué desplazarme a Badajoz para coger un autobús que pasa por Mérida".

El problema, explican, se repite a la vuelta. Aunque el autobús de regreso pase por su ciudad, están obligados a continuar hasta Badajoz y, desde allí, buscar la forma de volver a casa. Esta situación genera una sensación de abandono y falta de consideración hacia las personas mayores.

Plantados y sin viaje

El malestar se agrava con casos como el que vivió Manoli, de 84 años, junto a otras cinco personas de Mérida. Tras contratar su viaje, la agencia les aseguró que les recogerían en la ciudad a las ocho y media de la mañana. "Todavía están por venir a recogernos", relata con ironía. El grupo se quedó esperando con las maletas hechas y tuvo que volver a casa.

Somos personas mayores abandonadas"

Manoli

Una de las afectadas

Aunque recuperaron el dinero dos meses después, el viaje se perdió, al igual que la oportunidad de reunirse con sus familias. Manoli, que se siente una de las "personas mayores abandonadas", insiste en la importancia de visibilizar estos abusos: "Lo que quería era que esto se les diese a audiencia para que sepan y las personas que les ocurra, por favor que lo denuncien".

Plazas limitadas y pocas habitaciones individuales

A los problemas logísticos se suma la escasez de oferta. Algunos jubilados, como Tenti, se enfrentan a la dificultad añadida de encontrar habitaciones individuales, que son muy limitadas. Otros entienden que a Extremadura le correspondan menos plazas que a comunidades más pobladas como Madrid, pero la sensación general es de impotencia ante un sistema que parece no tener en cuenta sus necesidades.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.