¿Sabes lo que supone ser un marista laico?

El pacense José Antonio Rosa acaba de realizar su promesa para convertirse en Marista de Champagnat.

José Antonio Rosa

José Luis Lorido

Badajoz - Publicado el

3 min lectura

El pasado 23 de marzo de 2024José Antonio Rosa Lemus, un pacense vinculado durante años a la misión marista en Badajoz y actualmente secretario regional para la Europa Marista, realizó su compromiso público como Marista de Champagnat, integrando así la red de laicos consagrados al carisma fundado por San Marcelino Champagnat. La ceremonia se desarrolló en el Colegio Marista de la Inmaculada, en Granada. Este acto refleja un proceso vocacional estructurado y un testimonio de corresponsabilidad laical en la Iglesia.

La Provincia Marista Mediterránea, a la que pertenece José Antonio, abarca un amplio territorio geográfico y cultural: desde Siria y Líbano en Oriente Medio, pasando por Italia, la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, hasta la provincia de Badajoz. En este marco, el compromiso de los laicos como "maristas laicos" —personas que asumen el carisma desde su estado secular— ha cobrado fuerza en los últimos años. Con este segundo grupo de vinculación, ya son 19 los laicos que han realizado su promesa pública en la provincia, un signo de vitalidad para una congregación históricamente ligada a los Hermanos religiosos.

Natural de Badajoz, José Antonio ha dedicado gran parte de su vida a la misión marista. Durante años, ha trabajado como agente de pastoral en la diócesis de Badajoz, acompañando a niños y jóvenes desde equipos locales y grupos diocesanos. Actualmente, su labor como secretario regional para la Europa Marista lo sitúa en un rol estratégico para articular proyectos educativos y pastorales en el continente.

Su promesa pública no es un punto final, sino un hito en un camino de discernimiento y servicio. Como marista laico, José Antonio se compromete a vivir el carisma de Champagnat —centrado en la educación integral, la sencillez y el espíritu de familia— desde su realidad secular, colaborando con religiosos y otros laicos para sostener la misión.

La incorporación de laicos a la familia marista no es espontánea, sino fruto de un proceso estructurado de acompañamiento. Según los documentos formativos maristas, este itinerario incluye:

  1. Dos años de acompañamiento: Con encuentros periódicos, retiros espirituales y convivencias para profundizar en el carisma.
  2. Discernimiento comunitario: Los candidatos reflexionan junto a religiosos y otros laicos sobre su vocación, integrando fe, vida y misión.
  3.  Compromisos concretos: Tras la promesa, los laicos se comprometen a:

  • Vivir el carisma con "fidelidad creativa", adaptándolo a su realidad familiar y profesional.

  • Asumir servicios en la Iglesia y en obras maristas.

  • Formar parte de comunidades mixtas (laicos y religiosos) que fortalezcan la corresponsabilidad.

  • Profundizar en su maduración espiritual y humana.

Este modelo, impulsado desde el XXII Capítulo General de los Maristas (2017), busca responder a los desafíos actuales de la vida consagrada, donde los laicos ganan protagonismo en la sostenibilidad del carisma.

Este domingo 6 de abril, el Colegio Marista Nuestra Señora del Carmen de Badajoz acogerá un acto para celebrar la promesa de José Antonio. Este evento no solo reconoce su trayectoria, sino que subraya la presencia activa de los maristas en Extremadura, una región donde su labor educativa y social ha sido históricamente relevante. La ceremonia servirá también para inspirar a otros laicos a sumarse al proceso de vinculación.

La promesa de José Antonio Rosa Lemus y sus compañeros evidencia una transformación eclesial: los laicos ya no son meros colaboradores, sino corresponsables en la misión. Para los Maristas de Champagnat, este paso asegura la continuidad de su carisma en un mundo donde la vida religiosa enfrenta desafíos numéricos.

Como señaló el H. Ernesto Sánchez, Superior General, en 2022: "El futuro marista depende de nuestra capacidad para caminar juntos, hermanos y laicos, desde la reciprocidad y el respeto mutuo". La historia de José Antonio y los 18 laicos vinculados en la Provincia Mediterránea son un faro de esperanza en este camino compartido.