TOROS

Un gran Emilio de Justo triunfa con Morante y Roca Rey en Almendralejo

Lidiaron seis toros de Núñez del Cuvillo, terciados pero en tipo

EFE

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 08:38

El diestro Emilio de Justo cosechó un triunfo rotundo de cuatro orejas y un rabo en la triunfal tarde vivida hoy en Almendralejo, en la que tanto Morante de la Puebla, que paseó dos trofeos, como Roca Rey, que cortó tres, salieron también a hombros por la Puerta Grande.

Emilio de Justo cuajó a sus dos toros de Núñez del Cuvillo, y lo hizo a lo grande, con cabeza, arte y corazón. Eso a los pocos días de su encerrona en Madrid, confirmando que está preparado para una tarde de gran responsabilidad. Cortó cuatro orejas y un rabo, siendo el máximo triunfador de una tarde en la que también triunfaron Morante y Roca Rey.

Fue muy completo el lote que sorteó el torero de Torrejoncillo, pero él hizo honor a ambos animales. El segundo de la tarde fue un animal bravo y enclasado, al que toreó a la verónica con dulzura, a compás, ganándole terreno.

Con muletazos de rodilla genuflexa inició su faena, para llevar después al astado muy sometido y siempre hacia adelante, con toques casi imperceptibles para dominarlo por ambos pitones. Faena a más de inmaculada intensidad, con mucho eco en los tendidos. Perfecta la estocada de ejecución a un toro muy bravo que murió en los medios. Dos orejas y vuelta al ruedo para el de Cuvillo.

Vistoso fue el recibo capotero al quinto, con verónicas, para seguir con chicuelinas y una garbosa tijerilla de remate.

Inició la faena por alto y sin obligar al animal, a media altura, muy a tono pues no andaba sobrado de fuerzas. En redondo, mucho pulso, sin atacar al burel, que agradecía el que no se le bajara la mano, y rematando las series con soberbios pases de pecho.

Al natural le costaba más, pero la colocación y el sentido del temple del torero le hicieron ir a más. De Justo daba cuenta de lo infalible que es la colocación. Gran estocada y máximos trofeos.

Roca Rey también se llevó el gato al agua, aunque en su actuación hay que advertir que tanto con el capote como con la muleta el hizo gala de cierto desorden, al menos, de plantamientos.

El tercero mostró su clase cuando lo llevaba al caballo, pues lo hizo humillado y con el hocico por delante. Fue un buen toro y a él correspondió Roca Rey con una faena larga, alternando ambos pitones, y, junto a muletazos de buen remate, hubo algunas desigualdades, para acabar en terreno de cercanías. Dos orejas, generosa la segunda.

Lances un punto confusos los del peruano ante el sexto, alternando la verónica con la saltillera. En los medios dio comienzo a su faena con el pase cambiado por la espalda. Otro buen toro de la buena corrida de Cuvillo, con prontitud en el cite y profundidad en su embestida.

Valiente el limeño, llevó a cabo una faena de muchos pases, dentro una cierta indefinición nuevamente, pues lo mismo llevaba largo al animal que prodigaba los pases por la espalda. Todo muy ceremonioso, quiso indultar al toro, que se pidió por un sector de la plaza, lo que no concedió el presidente. Escuchó dos avisos y cortó otra oreja.

Morante paseó también las dos orejas del cuarto, aunque lo mejor del sevillano fue la cantidad de cosas con excelso sabor que dejó.

Fue este cuarto un animal manso con el que Morante dio una lección de cómo se hace faena a un manso de libro. Por la elección de los terrenos, donde quería al toro, junto a toriles, con suavidad en las muñecas, temple exquisito y expresión plena de naturalidad, la faena del sevillano fue subiendo de tono, muy jaleada por los tendidos y premiada finalmente con el doble trofeo.

Ante el animal que abrió el festejo falló con los aceros, no lo pudo torear de salida con el capote pero se desquitó en el después con tres verónicas mecidas y una media muy lenta.

La faena la planteó muy a tono con la blandura del animal, primoroso el inicio por alto, para seguir con el molinete, el pase de la firma y dos de pecho. Muy buenos los embroques, noble en extremo el de Cuvillo. Faena siempre a muy buen nivel, con detalles de buen gusto en los remates a dos manos, y hermosos los ayudados por alto finales.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Núñez del Cuvillo, terciados pero en tipo. Blando pero muy noble el primero; bravo y enclasado el segundo al que se le dio la vuelta al ruedo; manejable el tercero; manso pero muy manejable el cuarto; justo de fuerzas, pero con clase el quinto; y bravo el sexto.

Morante de la Puebla, de mostaza y oro con los cabos negros: Dos pinchazos y media (ovación); estocada (dos orejas).

Emilio de Justo, de tabaco y oro: gran estocada (dos orejas tras aviso); estocada (dos orejas y rabo).

Roca Rey, de azul marino y oro: estocada (dos orejas); estocada perpendicular y dos descabellos (oreja tras dos avisos)

En cuadrillas, saludaron tras parear al segundo Morenito de Arles y Pérez Valcarce, y Viruta hizo lo propio en el sexto.

La plaza registró algo más de tres cuartos de entrada.