"Nino Bravo íntimo”, el alma de una leyenda revive a piano y voz en Kinépolis Valencia
Serafín Zubiri presenta su emotivo homenaje a Nino Bravo con un formato íntimo y conmovedor, repasando la intensa carrera del mítico cantante valenciano
Valencia - Publicado el
4 min lectura
"Mi luz se ha apagado, mi noche ha llegado..." Así comienza uno de los homenajes más personales y conmovedores que se pueden ver en la escena musical española actual. Este sábado, los cines Kinépolis de Valencia se transformarán en un templo sonoro para acoger Nino Bravo Íntimo, el espectáculo que Serafín Zubiri lleva doce años interpretando por todo el país. No es un tributo cualquiera: es una travesía emocional por la vida y la música de un genio inmortal.
Serafín Zubiri, artista polifacético y querido por el público, confiesa que Nino Bravo ha sido siempre su maestro y referencia. "Yo lo que sé, la mayoría lo he aprendido escuchándole a él", afirma emocionado en los micrófonos de Mediodía COPE Valencia. Con tan solo ocho años, Serafín descubría la voz de Nino a través de una cinta de cassette y la letra escrita en braille. Fue su primer contacto con un artista que, pese a fallecer joven, dejó una huella eterna.
Un concierto diferente, en un escenario inesperado
Aunque lo habitual sería esperar este tipo de espectáculo en un teatro o auditorio, Zubiri ha optado esta vez por el entorno único que ofrecen los cines Kinépolis. Y no es casualidad: "Los cines están perfectamente insonorizados, y el sonido ahí se disfruta de forma especial", explica el cantante. Además, la enorme pantalla se convierte en parte esencial del montaje, proyectando imágenes y vídeos que acompañan la música y completan la experiencia emocional.
El formato que se presenta es el más íntimo de todos los que Serafín ha desarrollado. Piano y voz. Nada más. "Aquí no hay trampa ni cartón. No hay artificios. Es el formato que más me exige", comenta. Esa desnudez sonora exige entrega total, pero también permite al espectador conectar de forma directa con cada nota, con cada palabra, con cada recuerdo que despiertan las canciones de Nino Bravo.
Un viaje cronológico por cinco discos y 61 canciones
La propuesta de Nino Bravo Íntimo tiene una estructura casi narrativa. Se trata de un recorrido cronológico por la breve pero prolífica carrera del cantante valenciano, que grabó 61 canciones en apenas cuatro años. "Vamos disco a disco, deteniéndonos en los temas más emblemáticos de cada etapa", explica Zubiri. Entre ellos, joyas como Un beso y una flor, Libre, Te quiero, te quiero o América, América, himnos que forman parte de la memoria colectiva de varias generaciones.
Zubiri no se limita a cantar; también comparte recuerdos, anécdotas, datos históricos. Habla de cómo cada canción caló en la sociedad española, de cómo Nino se convirtió en una leyenda el mismo día que nos dejó, aquel 16 de abril de 1973. "La que lió, con tan poco tiempo", dice Serafín. Porque, en efecto, pocos artistas han sido capaces de dejar un legado tan potente en tan poco tiempo.
Una conexión profunda con Valencia
Para Serafín, este espectáculo tiene también un componente emocional especial: su conexión con la tierra de Nino Bravo. Vive en La Pobla de Vallbona, está casado con una valenciana y asegura sentirse plenamente integrado y querido. "Aunque no veo, paradójicamente, la luz me encanta. Y esta tierra tiene mucha luz", dice con una sonrisa que se intuye sincera.
En la Comunidad Valenciana, Zubiri ha presentado este homenaje en numerosas localidades: Paiporta, Oliva y ahora Valencia capital, entre otras. También ha ofrecido versiones del espectáculo con orquestas sinfónicas, big bands, bandas de música o grupos eléctricos, pero reconoce que este formato es el más íntimo y honesto de todos.
Más allá del tributo: su música y su mensaje
Aunque su vínculo con Nino Bravo es muy fuerte, Serafín Zubiri no ha abandonado su propia música. Hace apenas un mes publicó Lo imposible, una canción optimista y resiliente, producida por Nacho Mañó. "Estoy ilusionado con esta canción, pero tengo claro cuál es mi sitio: quiero seguir apostando por mis espectáculos", asegura.
Zubiri, además de músico, ha sido deportista de riesgo, alpinista y aventurero. A pesar de su ceguera de nacimiento, ha llevado una vida repleta de desafíos y emociones fuertes. En el videoclip de Lo imposible aparecen imágenes de muchas de esas experiencias. Hoy en día, reconoce que ha bajado un poco el ritmo, pero sigue manteniéndose en forma y abierto a nuevas aventuras.
Un legado que continúa
La figura de Nino Bravo sigue viva en la memoria colectiva, pero también gracias al trabajo de artistas como Serafín Zubiri. Con respeto, pasión y dedicación, ha sabido rendir homenaje a una voz única, devolviéndonos el alma de Nino en cada concierto. Y este sábado, esa magia se hará presente de nuevo, en un cine convertido en santuario.
"A partir un beso y una flor, un te quiero, una caricia y un adiós..." canta Serafín. Pero no es un adiós definitivo. Porque mientras alguien siga cantando sus canciones con el corazón, Nino Bravo nunca dejará de estar entre nosotros.