El milagro de una camisa planchada: el hombre que planeaba suicidarse y encontró una nueva vida
«Javi vivió un año en la calle y pensó en quitarse la vida, pero un gesto de humanidad de Cáritas le devolvió la esperanza cuando todo parecía perdido»
Valencia - Publicado el
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El testimonio de Javi revela la delgada línea que puede llevar de una vida estable a la calle. Su proceso fue, según sus palabras, "muy veloz". Una serie de decisiones que crees las mejores, pero que resultan no serlo, lo llevaron de una situación muy acomodada a quedarse en la mismísima calle sin más recursos.
Un año en el abismo
Lo que Javi pensó que sería una situación temporal se alargó durante un año aproximadamente. La vida en la calle, que describe como "absolutamente dura", lo sumió en una situación de desamparo total. El factor más destructivo, asegura, fue la soledad no buscada, que le afectó profundamente a nivel mental.
Aunque Javi aclara que nunca tuvo una "depresión diagnosticada", sí admite haber llegado al punto más oscuro: "sí que pensé en el suicidio". Su estado anímico le impedía buscar trabajo y su cabeza, afirma, se vio "muy afectada".
La mano tendida que lo cambió todo
El día antes de su punto de inflexión, Javi vivió un episodio desolador. Acudió a un sacerdote para pedirle si podía plancharse una camisa para un trabajo de un día. "La contestación fue que él estaba aquí para cuidar almas, no cuerpos", relata Javi. Esa respuesta lo empujó a tomar la decisión de "acabar la historia" al día siguiente.
Me ofrecieron conversación y un trato humano, me salvaron la vida"
Un año sin hogar
Javi ya planeaba suicidarse, pero pasó por la sede de Cáritas de la Avenida del Puerto y entró con la petición de planchar una camisa para presentarse a un trabajo de un día. La respuesta fue positiva y las voluntarias no solo le ayudaron, sino que le ofrecieron conversación y un trato humano que, según sus propias palabras, le "salvaron la vida".
Un mensaje de esperanza
Hoy, con una actitud renovada, Javi sigue recibiendo la ayuda de la organización y mira al futuro con optimismo. Su mensaje para quienes se encuentren en una situación similar es claro y directo: "sí que se puede salir, pero hay que pedir ayuda". Una frase que encapsula la importancia de buscar apoyo en los momentos más difíciles.
Sí que se puede salir, pero hay que pedir ayuda"
Un año sin hogar