El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha cambiado a los titulares de cinco de las doce Consellerias que conforman el Gobierno valenciano con el fin de "relanzar" la Comunitat Valenciana en este momento de "reinicio" y avanzarse así a "los cambios de esta década de transformación".

"No es un cambio de gobierno para las elecciones, es para afrontar esta década de oportunidades", ha afirmado Puig en una comparecencia en el Salón de Corts del Palau de la Generalitat para anunciar la remodelación del Consell, gracias a la cual habrá por primera vez más mujeres que hombres (7 mujeres y 5 hombres) y busca abrir una nueva etapa para fortalecer la reactivación.

Los cambios son los siguientes: el hasta ahora conseller de Obras Pública, Arcadi España, será el nuevo conseller de Hacienda, en sustitución de Vicent Soler, y la exsecretaria autonómica de Economía, Rebeca Torró, asumirá la cartera de Obras Públicas.

El médico e investigador del Incliva Miguel Mínguez será el nuevo conseller de Sanidad, en sustitución de Ana Barceló, que será la nueva síndica socialista en Les Corts, y la senadora socialista Josefina Bueno será la nueva consellera de Universidades, en sustitución de Carolina Pascual.

Además, la exsecretaria autonómica de Cultura y Deporte, Raquel Tamarit, sustituirá al frente d la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte a Vicent Marzà, que anunció su marcha para centrarse en la labor partidista de Compromís en este año decisivo hasta las elecciones de 2023.

Los nuevos consellers tomará posesión de su cargo este lunes, y a partir de ahí, ha dicho el president, arrancará "una nueva etapa" con un "Consell fuerte", con un perfil "profesional, gestor y solvente" y centrado en fortalecer la reactivación" de la Comunitat.

Puig ha justificado que la remodelación se realiza coincidiendo con el "punto de inflexión" que suponen tanto la superación de la pandemia como la activación de los fondos europeos, y se ha referido a la llegada de Volkswagen como "símbolo" de la transformación iniciada.

Ha asegurado la Generalitat está al servicio del crecimiento económico y de la creación de trabajo para "desplegar el nuevo estado del bienestar valenciano", así como para atraer grandes proyectos estratégicos y convertir la transición energética en fuente de ocupación, riqueza y prosperidad.

Esos objetivos, ha destacado, piden "un nuevo impulso político" y un cambio que evite la inercia y que dé potencia a la acción de gobierno".

En este sentido, ha considerado que es momento de "un reinicio, aprovechando las lecciones aprendidas durante la pandemia, para acelerar la transformación de la Comunitat", pues "entramos en una fase de modernización profunda gracias al nuevo impulso europeo".

Puig ha defendido el respeto que se ha granjeado la Comunitat Valenciana durante los últimos siete años gracias a la estabilidad y los acuerdos alcanzados, que ha permitido convertirse en polo de atracción de multinacionales líderes, de movilidad sostenible y de innovación.

Sobre el hecho de que los cambios anunciados se circunscriban principalmente al PSPV (cuatro de los cinco cambios afectan a consellers socialistas), ha señalado que respeta las decisiones adoptadas por sus socios de gobierno, Compromís (que cambia un conseller) y Unides Podem (que mantiene a sus dos representantes).

Cada socio, ha explicado, "entiende el momento político de la manera que lo entiende", y ha señalado que aunque él considera que era bueno un nuevo impulso, "la trayectoria que ha llevado todo el equipo actual del Botánic era muy positiva".