Jabalíes y garrapatas, la doble plaga que invade la Comunidad Valenciana
“Hay que retirarla con pinzas y mucho cuidado, desinfectando bien la zona. Si se hace mal, se pueden quedar restos dentro que aumenten el riesgo de infección”
Valencia - Publicado el
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La proliferación de jabalíes en la Comunidad Valenciana no solo preocupa a agricultores y conductores. Así lo ha asegurado en Herrera en COPE Comunidad Valenciana, el doctor Fernando Navarro, especialista en enfermedades tropicales y secretario autonómico de la Sociedad Española de Médicos Generales, “estos animales silvestres no vienen solos: traen consigo a las garrapatas, y algunas pueden transmitir enfermedades muy graves al ser humano”.
La alarma ha saltado después de que un agricultor miembro de AVA- ASAJA sufriera una picadura con complicaciones. Y es que, como explica Navarro, “el problema no es solo la picadura en sí, sino lo que esa garrapata puede llevar dentro”.
Una amenaza invisible pero real
Las garrapatas, explica el doctor, “son pequeños parásitos que se alimentan de la sangre y que pueden quedar adheridos a la piel durante horas, incluso días”. Aunque tradicionalmente afectaban sobre todo a animales domésticos o salvajes, ahora, con la presencia cada vez más habitual de jabalíes en zonas urbanas o rurales de cultivo, “el riesgo de que lleguen al ser humano ha aumentado considerablemente”.
Además, el cambio climático también está jugando un papel decisivo. “En la Comunidad Valenciana estamos viviendo prácticamente un clima tropical durante todo el año, con inviernos suaves y veranos largos. Eso hace que las garrapatas vivan y se reproduzcan durante más tiempo”, apunta Navarro.
¿Qué enfermedades pueden transmitir?
Aunque no todas las garrapatas están infectadas, algunas pueden ser portadoras de enfermedades como la borreliosis, la babesiosis o incluso la fiebre hemorrágica del virus INV. “Esta última es especialmente peligrosa, ya que puede provocar hemorragias internas e incluso la muerte en casos graves”, advierte el doctor.
La garrapata en sí misma, añade, no es letal: “El problema surge cuando está parasitada por bacterias o virus que pueden ser muy dañinos para el ser humano”.
Síntomas y prevención
Los primeros síntomas tras una picadura suelen ser leves: enrojecimiento de la piel, picor o inflamación localizada. Sin embargo, si aparecen fiebre, inflamación de ganglios o dolor muscular, es importante acudir al médico. “En la mayoría de los casos, con un tratamiento antibiótico como la doxiciclina se resuelve sin mayores complicaciones, pero hay que detectar a tiempo el origen”, indica Navarro.
También recomienda no arrancar la garrapata de golpe si se descubre sobre la piel. “Hay que retirarla con pinzas y mucho cuidado, desinfectando bien la zona. Si se hace mal, se pueden quedar restos dentro que aumenten el riesgo de infección”, advierte.
En cuanto a la prevención, lo tiene claro: “Si vamos al campo, hay que usar pantalón largo, camisas de manga larga y repelentes específicos. Incluso si vamos a tumbaros en el césped, conviene poner una toalla o manta de por medio”.
Una realidad que va en aumento
La situación actual es preocupante porque, como explica el especialista, “los jabalíes están invadiendo espacios donde antes no se les veía. Y como no están sometidos a control veterinario, pueden portar parásitos sin que nadie lo detecte”. Esto, sumado a la falta de medidas eficaces para controlar su población, crea un entorno ideal para la propagación de garrapatas infestadas.
Por eso, desde el ámbito sanitario se insiste en tomar precauciones, pero también en que las administraciones actúen. “Hace falta controlar la población de jabalíes y establecer medidas de prevención para que este tipo de enfermedades no se conviertan en un problema de salud pública”, concluye.
Mientras tanto, lo mejor es la prudencia: protegerse en el campo, revisar bien la piel después de paseos o trabajos al aire libre y, ante cualquier síntoma extraño, consultar al médico: “una picadura puede parecer algo sin importancia, pero si la garrapata viene con ‘premio’, las consecuencias pueden ser muy serias”.