El fenómeno visto desde el cielo y que muchos confunden con un meteorito: "De repente brillaba"

Visible desde Andalucía hasta la Comunidad Valenciana, el fenómeno ha generado confusión entre quienes lo observaron

La reentrada del satélite visto desde la playa de Sueca

Redacción COPE Valencia

Valencia - Publicado el

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La noche de este lunes, los vecinos de distintas localidades de litoral mediterráneo han quedado perplejos al apreciar un destello prolongado que ha avanzado en múltiples fragmentos luminosos. Lo que muchos han confundido con una estrella fugaz de las conocidas perseidas o incluso con un meteorito, ha resultado ser la entrada en la atmósfera de la cuarta etapa del cohete chino Jielong-3, lanzado el 8 de agosto a una órbita baja. Éste, que se desintegró al atravesar la atmósfera, ha generado un espectáculo visible desde Andalucía hasta la Comunidad Valenciana. 

Rubén Torregrosa, miembro del Proyecto Mastral, ha explicado que "lo que se ha podido ver fue la reentrada de una fase de un cohete que lanzó China el 8 de agosto. Al entrar en la atmósfera se quema, se fragmenta y por eso hemos visto esa serie de puntos brillantes desplazándose por todo el sureste peninsular”. Además, afirma que el fenómeno fue visible durante casi un minuto, un tiempo inusualmente largo comparado con el de una estrella fugaz, y que la trayectoria recorrió buena parte del litoral mediterráneo, generando un auténtico espectáculo.

El experto ha recalcado que este tipo de basura espacial se distingue -de forma sencilla- de una perseida por su duración y fragmentación: “Las estrellas fugaces duran uno o dos segundos, mientras que lo de anoche se prolongó cerca de un minuto y con múltiples fragmentos”.

LEJOS DE SER 'lágrimas de san lorenzo'

Este avistamiento casualmente ha coincidido con la temporada alta de perseidas, o también conocidas como lágrimas de San Lorenzo, lo que ha generado confusión. Sin embargo, Rubén Torregrosa, ha aconsejado que para apreciarlas es importante alejarse de la contaminación lumínica y a simple vista, lejos de telescopios o prismáticos. Este año, ha anunciado, que el máximo serán los días 12 y 13 de agosto. 

No obstante, aunque algún resto de cohete o satélite pueda llegar a tierra, el riesgo es mínimo. “La mayoría de fragmentos caen en mares y océanos y esto se debe a que el 70% de la superficie de la tierra está cubierta de agua” ha explicado. El fenómeno de esta madrugada, fruto de la actividad espacial humana, no ha sido un espectáculo natural, sino la consecuencia directa de la caída de una etapa de cohete lanzada por el ser humano.