“No estamos consiguiendo reducir la población de jabalíes a niveles aceptables”

La superpoblación de jabalíes en Valencia sigue creciendo:  245 municipios valencianos presentan dicha sobrepoblación 

Foto Jabalíes.

Redacción COPE Valencia

Valencia - Publicado el

3 min lectura

Un trágico accidente ocurrido este pasado fin de semana en la carretera CV-675 entre Barx y Gandía ha vuelto a poner en relieve la amenaza que supone la sobrepoblación de jabalíes en la provincia de Valencia. Un motorista de 51 años perdió la vida tras chocar contra uno de estos animales en una zona ya señalizada, pero donde la peligrosidad sigue siendo extrema, especialmente durante la noche.

OLEADA DE REACCIONES

Este nuevo suceso ha generado una oleada de reacciones. En declaraciones a COPE Valencia, Juan Salvador Torres, secretario general de AVA-ASAJA, ha sido tajante: “No estamos consiguiendo reducir la población de jabalíes a niveles aceptables”, advirtiendo que la situación no solo afecta al campo, sino también a la seguridad ciudadana.

La problemática no es nueva. Actualmente, 245 municipios valencianos presentan sobrepoblación de jabalíes. Solo en lo que iba de 2024, más de 54.000 ejemplares fueron capturados en la Comunitat Valenciana, y 30.547 solo en la provincia de Valencia, según datos oficiales. Las comarcas más afectadas son la Safor (con una densidad de 11,16 jabalíes por cada 100 hectáreas), seguida por la Marina Alta, la Costera y el Comtat.

Ante esta realidad, municipios como Oliva han optado por instalar jaulas de captura para frenar el avance de esta especie. Solo en el último mes del verano se han cazado allí 100 jabalíes, y desde finales de abril, 59 ejemplares han sido atrapados gracias a estos dispositivos.

Un campo repleto de jabalíes.

¿CÓMO FUNCIONAN ESTAS JAULAS?

Juan Salvador explica el funcionamiento de las jaulas: “Se coloca comida, normalmente maíz, y se deja durante semanas para que los animales se habitúen. Cuando entran en grupo, se cierra la jaula. Así se pueden sacar del territorio y eliminar”. En una sola noche, una jaula ha llegado a capturar hasta 13 ejemplares, lo que evidencia la magnitud del problema.

Sin embargo, el secretario de AVA-ASAJA insiste en que estas medidas no son suficientes. “La plaga es plaga porque hay una superpoblación. Hay que eliminar ejemplares. No vale con medidas aisladas, hace falta una estrategia integral”, denuncia. Entre las propuestas destacan la flexibilización de la normativa de caza, el apoyo económico a las sociedades cinegéticas y una revisión urgente del seguro agrario.

Sobre este último punto, Salvador apunta un problema crítico que afecta directamente a los agricultores: “El seguro agrario contempla los daños por fauna, pero está tan mal redactado que la mayoría de los siniestros no están cubiertos. Pedimos al Ministerio que revise el condicionado para que los daños por jabalí entren dentro de la cobertura”.

NO SOLO ACCIDENTES, SINO ESPACIOS URBANOS

Además de los destrozos en el campo ,como la rotura de sistemas de riego, la destrucción de cosechas o las agresiones a agricultores, los jabalíes están comenzando a colonizar espacios urbanos. En Sueca y Dénia, por ejemplo, se han avistado ejemplares bañándose en la playa o cruzando vías públicas. La carretera Oliva-Pego, ya es considerada uno de los tramos más peligrosos de la Comunitat por esta causa.

Una manada de jabalíes por campos de cultivo.

La Generalitat ha reaccionado activando nuevas medidas de gestión cinegética, como la ampliación de los periodos de caza o el uso de técnicas específicas en espacios donde habitualmente no se permite cazar. Aun así, desde AVA-ASAJA insisten en que la respuesta institucional sigue siendo insuficiente: “Pedimos una actitud más proactiva por parte de las administraciones. No estamos viendo una disminución clara. Queremos que se llegue a unas poblaciones asumibles para los agricultores, el tráfico y toda la sociedad”.

El tiempo apremia. La expansión descontrolada de esta especie ya no solo amenaza al ecosistema o al sector agrícola, sino también a la integridad de las personas. Mientras tanto, organizaciones agrarias, cazadores y municipios seguirán presionando para que esta problemática, cada vez más visible y peligrosa, reciba una respuesta firme y coordinada.

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