El consejo que no sabías sobre volar en avión y proteger tu piel: más cerca del sol, más riesgo
Consejos para tomar el sol este verano y los errores más comunes que debemos evitar
Valencia - Publicado el
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Con la llegada del verano y las altas temperaturas, es fundamental prestar especial atención al cuidado de nuestra piel. María Luisa Bertomeu, vocal de Dermofarmacia del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), destaca la importancia de la fotoprotección y ofrece en COPE Valencia una serie de consejos prácticos para disfrutar del sol sin poner en riesgo nuestra salud.
La farmacia comunitaria, un aliado cercano
“Tenemos una farmacia comunitaria en cualquier zona, tanto en una población pequeña como en una ciudad o zona turística. Siempre hay un farmacéutico detrás que te puede asesorar”, señala Bertomeu, quien recuerda que estos profesionales resuelven dudas sobre el tipo de piel, edad y necesidad de cada usuario.
Errores comunes al exponerse al sol
Uno de los errores más frecuentes es aplicar el protector solar solo al llegar a la playa o piscina. “Hay que aplicarlo antes de salir de casa y reaplicarlo cada dos horas”, insiste. Además, desaconseja reutilizar cremas del año anterior: “A los 12 meses pierden propiedades y dejan de proteger como deberían”.
Elección del protector adecuado
Los fotoprotectores deben adaptarse a cada tipo de piel. “Quien tenga acné necesita productos libres de grasas. Para pieles atópicas o de bebés, mejor los filtros físicos”, explica. Además, recuerda que estos últimos son más respetuosos con el medio ambiente y en algunas zonas naturales solo se permiten este tipo de cremas.
Atención: ¡también en el avión necesitas protección solar!
Una de las advertencias más sorprendentes de la entrevista llega con un consejo poco conocido, pero muy relevante: "Cuando viajas en avión durante el día también debes ponerte protector solar". La razón, explica Bertomeu, es sencilla pero poco conocida: “Estás más cerca del sol, y los rayos atraviesan las ventanillas del avión”. Aunque el ambiente esté climatizado y no se note el calor, la radiación UV sigue presente, por lo que “conviene protegerse incluso en un vuelo”. Un detalle que muchos viajeros desconocen y que puede marcar la diferencia.
Protección para otras zonas sensibles
Más allá de la piel del rostro o el cuerpo, la dermofarmacéutica recomienda cuidar también el cuero cabelludo, los labios o el contorno de ojos, zonas igualmente expuestas. “Ahora hay protectores específicos para el cabello y labiales con color con SPF 50. Incluso se ha desarrollado un contorno de ojos con fotoprotección, algo muy novedoso”, señala.
Medicamentos y fotosensibilidad
Muchos desconocen que algunos fármacos pueden provocar reacciones cutáneas al sol. “Antibióticos, antiinflamatorios como el ibuprofeno pueden generar fotosensibilidad”, alerta. Su consejo es claro: “Hay que leer el prospecto y evitar el sol si tomas estos medicamentos”.
Después del sol: hidratación
La jornada solar no termina al marcharse de la playa. “Hay que ducharse bien, eliminar restos de sal o cloro y aplicar productos con aloe vera, urea o bálsamos hidratantes que no resulten pegajosos”, recomienda.
Prevención del cáncer de piel
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Piel (13 de junio), Bertomeu recuerda la importancia de las revisiones dermatológicas: “El sol tiene memoria. Cualquier lunar o mancha que cambie de forma, pique o sangre debe revisarse”. Y pone el foco en los mayores, especialmente los que trabajaron expuestos al sol: “Las queratosis actínicas deben vigilarse, pueden derivar en lesiones más graves”.
Campaña frente al calor extremo
Bajo el lema “Frente al calor extremo, tu farmacia te cuida”, el MICOF y los colegios de farmacéuticos de Castellón y Alicante impulsan medidas de concienciación sobre los efectos del calor: “Evitar el sol entre las 12 y las 16, vestir ropa ligera, beber agua con frecuencia, y protegerse incluso si no se tiene sed”.
Conclusión
Gracias a consejos como los de María Luisa Bertomeu, podemos entender mejor cómo prevenir los daños solares en verano. La farmacia comunitaria se presenta como un recurso esencial de salud pública y educación, también en los pequeños detalles que muchas veces pasamos por alto, como la necesidad de protección solar incluso cuando viajamos en avión. Porque cuidarse, al fin y al cabo, también es una forma de vivir mejor.