Bocaditos de 'cielo' para los postres de Navidad

La tradición de elaborar dulces en los conventos y monasterios de clausura para poder reunir algo de dinero proviene desde hace siglos. Se inspiran en recetas centenarias y tienden a incluir ingredientes naturales y de primera calidad.

Son una alternativa que se está popularizando y de hecho, estos días previos de Navidad, logran hasta el 70% de sus ingresos anuales.

Son cada vez más conventos los que recurren a esta fuente de financiación y la posibilidad de crear una tienda online facilita las cosas.

Son dulces típicos elaborados de manera artesanal por monjas y monjes de clausura, con materias primas totalmente naturales.

Dulces, pastas, chocolates, cerveza trapense, o vino. Se venden por internet, en conventos e incluso en tiendas propias, como la que han montado en pleno centro de Valencia las hermanas de Iesu Communio en la calle Ruiz de Lihory, junto a la calle de la Paz. Allí, uno encuentra exquisiteces o detalles artesanales para regalar en estas fechas. Este año -como novedad- también se puede encargar el roscón de Reyes.

Los productos pueden adquirirse durante todo el año también a través de su tienda online www.pequenareposteria.es. “Una oportunidad para dar a conocer nuestro carisma en primera persona, recibir intenciones de oración y testimoniar la alegría de nuestro encuentro con Jesucristo”, señalan las religiosas, que reciben cada año la visita de miles de personas, a través de encuentros organizados abiertos “a quienes llaman a su puerta queriendo compartir su experiencia de vida, orar, crecer en la fe y en el amor a Cristo”.

Es solo un ejemplo. Por las tres diócesis valencianas se repiten iniciativas parecidas. Cuidada repostería artesanal que van desde bombones a trufas pasando por brownies, rocas, pastas de té, turrón, o mazapán. En definitiva, dulces tradicionales que son un bocadito … 'de cielo'.