0-2 ganaba ya el Valencia a los diez minutos de partido. Ver para creer. No importa que fuera un rival de inferior categoría (colista en el grupo IV de 2ªB), porque en toda la temporada no se había visto al equipo tener una actuación similar. Ni mucho menos en Terrassa en circunstancias similares.

Es cierto que el partido arrancó con dos llegadas con peligro del Yeclano Deportivo con sendos disparos del cuadro azulgrana que taponó Kevin Sibille, evitando así el sobresalto. Mención especial para el defensor argentino, cuyo debut en el primer equipo se saldó con una actuación soberbia. Bien posicionado, atento en la anticipación, serio en la marca y con una jerarquía impropia de un jugador que se estrenaba con los mayores. Formado en River Plate, Sibille apareció con descaro, oficio y ese punto canchero que marca diferencias en aquellos que ansían llevarse el mundo por delante. Esperanzador.

Un derechazo de Kangin dentro del área y un disparo duro de Racic desde más allá de la frontal sirvieron para poner tierra de por medio desde el inicio. No fue casual. El Valencia saltó a La Constitución con las ideas claras: presencia en campo rival, protagonismo con el balón, circulación rápida y llegada con efectivos al área contraria. La consigna desde el vestuario estaba marcada y desde el primer momento se trató de evitar complicaciones. Tuvo un protagonismo especial Toni Lato, por varios motivos. El primero, el brazalete. Canterano, valenciano y valencianista, Lato portó la senyera del lado del corazón, motivo de orgullo y alegría en la Pobla de Vallbona. Y el segundo porque, seguramente, fruto de esa sobrexcitación provocada por un hecho emocionante para él y para los suyos, Lato cuajó una actuación formidable. Subiendo y bajando la banda, llegando con peligro a línea de fondo y asistiendo constantemente a sus compañeros desde ese costado.

A destacar también la actuación de Guedes y Kangin. Ni el escenario, ni la meteorología, ni el rival invitaban a pensar que fueran a ser protagonistas. Sin embargo, tanto el portugués como el coreano, la pidieron, se movieron y aparecieron en las inmediaciones del área comandando los ataques valencianistas. Lo que se les pide y con cuentagotas se les ve.

El tercer gol che tuvo como protagonistas a Sobrino y Vallejo. Ambos fabricaron una jugada en el interior del área que terminó con final feliz para el manchego, gracias una vez más, a la generosidad de Manu; futbolista de equipo.

A pesar del marcador, el Yeclano Deportivo se comportó como un digno rival en el torneo del KO. Nunca le perdió la cara al partido y envió dos balones a la madera. Alberto Oca, su jugador más activo, se reivindicó con un golazo tras un fallo grosero de Correia, que luego se desquitaría anotando el cuarto tanto de los suyos para cerrar el choque.

Deberes hechos. Respiro aliviado en la Copa. El Valencia estará mañana en el sorteo de los 16avos de final del torneo. En un partido con mucho que perder y poco que ganar, el vestuario toma aire y gana confianza ante lo realmente importante: la cita del domingo ante el Valladolid.