Vuelve Gayà: héroe de guerra

Oh capitán, mi capitán. Es lo que exclama el valencianismo tras el regreso de José Luis Gayà. El lateral internacional se ha incorporado a los entrenamientos junto al resto de sus compañeros tras participar en varios compromisos con la selección española. El capitán del Valencia CF inició este último periplo con España, disputando un partido amistoso la semana pasada frente a Países Bajos. Allí, en Amsterdam, Gayà sufrió un duro encontronazo con Hans Hateboer que le provocó una herida en la ceja izquierda. Conmocionado por el golpe, tuvo que ser sustituido y rápidamente atendido en el vestuario. Fueron necesarios nueve puntos de sutura para cerrar la herida. Todo hacía indicar que Gayà volvería a València para seguir su evolución, pero el lateral de Pedreguer le pidió a los médicos que le dejaran continuar en la concentración de la selección. Sabía de la importancia de los siguientes compromisos y quería apurar los plazos para ayudar al combinado nacional. Luis Enrique dio el visto bueno y Gayà se quedó con el grupo.

El siguiente partido, frente a Ucrania, no lo jugó y España encaró su última cita a vida o muerte: solo valía la victoria frente a Alemania para estar en la Final Four de la Liga de las Naciones. Gayà se ejercitó con el equipo en Sevilla y fue titular en un triunfo para la historia: 6-0. Clasificación obtenida, 90 minutos y dos asistencias. Su esfuerzo obtuvo recompensa. Tenía que ser en La Cartuja.

Gayà se ha convertido en un fijo para los planes del seleccionador. A pesar de la competencia que hay en su puesto, el capitán del Valencia CF se ha ganado sobre el terreno de juego su sitio con los mejores. Su actitud y determinación a la hora de decidir quedarse con sus compañeros con nueve puntos de sutura en la cara, hablan de su compromiso. Intachable. Gayà debutó en 2018 con España y, desde entonces, acumula 12 internacionalidades. Nunca ha perdido: nueve victorias y tres empates. Ha marcado dos goles y ha dado tres asistencias.

Por eso, Gayà vuelve como héroe de guerra. Su espíritu contagia: tanto en la selección como en su club. Oh capitán, mi capitán…