Los planes de Peter Lim

Peter Lim tiene un plan trazado; resistir. Resistir una temporada más, la que está por venir. Una temporada, la 21-22, que seguirá siendo de recortes y penurias económicas. De listón bajo en lo deportivo. Un calco de la actual. Eso está escrito y asumido, salvo que la situación global de la pandemia dé un giro de 180 grados, algo poco probable.

Y, después, ¿qué? Pues cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente. Ese es, a grandes rasgos, el pensamiento de Peter Lim. Venta del club o relanzar el proyecto para resurgir, buscando el objetivo de volver a la Champions. A estar entre los grandes. El tiempo y sus circunstancias resolverán la pregunta. Ahora mismo, no existe opción de despejar esa incógnita, salvo que uno esté dentro de la cabeza del máximo accionista. Mientras tanto: economía de guerra, alguna venta importante que nadie querría hacer y sostenerse en la zona media de la tabla.

Asunto venta del club. Para que uno venda, alguien tiene que querer comprar. Y en este punto, la pregunta es clara. ¿Alguien quiere comprar el club? Intenciones, muchas. Ofertas en firme, pocas. ‘A la baja, alguna ha llegado al club’, es lo que se cuenta de puertas para dentro. La realidad es que, casi todos los que de algún modo, utilizando vías más o menos cercanas, han intentado entablar una conversación con Peter Lim, para saber de sus intenciones ante una posible compra-venta, han chocado en hueso. El silencio por respuesta.

Pero hay una excepción. Según ha podido saber Deportes COPE Valencia, el máximo accionista sólo ha mantenido una reunión al respecto. Una cuestión de cortesía por la relevancia del interlocutor. Nada más. Lim agradeció el interés, pero su respuesta fue la misma: “no vendo, estaremos en contacto”. Hasta aquí, en estos momentos, el tema de la posible venta.

Mientras, el club no está parado. Tiene sobre la mesa el asunto de la reanudación de las obras del nuevo estadio y la venta de las parcelas de Mestalla. En este sentido, la Cadena COPE ha confirmado que ha habido avances en los últimos meses. De hecho, está previsto que, en los próximos días, esos avances sean trasladados a las instituciones. Conscientes de la urgencia que impone la fecha de la ATE (15 de mayo), hay confianza para que, antes de esa fecha, haya movimientos suficientes y decisivos para poder trabajar más allá del mes de mayo y poder poner en marcha la operación que acabe con el estancamiento de la obra, reactivando a su vez el asunto de las parcelas.

Como el tiempo apremia y las instituciones precisan de movimientos y algo más que gestos que indiquen voluntad real, Peter Lim ha decidido afrontar el asunto y tiene un plan para presentar de forma inmediata, tanto a la Generalitat como al Ayuntamiento. Se habla de finales de la próxima semana, con la vuelta de Anil Murthy a València.

Su plan pasaría por presentar un plan de viabilidad, avalado por su patrimonio personal. Un aval que permitiese un nuevo préstamo para reiniciar y finalizar las obras. Esto a corto plazo y como medida de urgencia. Pero la intención de Meriton es, que a medio plazo y solventado el escollo de la ATE, un tercero pueda inyectar el dinero para acabar el estadio. Una inyección que se sitúa en torno a los 120 millones de euros. A cambio, esa constructora, apoyada por un fondo de inversión, se quedaría con los terrenos del viejo Mestalla para su posterior edificación, explotación y venta.

Respecto al aval personal, Lim compromete su dinero a medias. Lo hace con un plan trazado para quitarse cuanto antes la carga del nuevo préstamo solicitado. Pone por delante sus garantías para que el asunto avance. Posteriormente a eso, intentará resolverlo porque en ningún momento es voluntad del máximo accionista, cargar con la cuestión inmobiliaria de los terrenos del viejo Mestalla. Su único objetivo es desbloquear el asunto del estadio de Cortes Valencianas y buscar una salida que convenza a todos, mientras sus intereses se centran en: primero subsistir y luego reactivar el proyecto deportivo del club.

En los círculos financieros se ha especulado (y se especula) sobre la posibilidad de que la maniobra de Peter Lim sólo tenga un final: la liquidación de los activos del club para la futura venta de su mayoría accionarial. Una posibilidad que sobrevuela al valencianismo ahora que Lim pretende dar un paso al frente. Sólo el tiempo resolverá la verdadera intención del millonario singapurense. De momento, si logra desbloquear el tema del estadio y que las maquinas entren a trabajar para finalizar la obra, será muy importante para el futuro a medio plazo del club.

Si se trata de una nueva maniobra para desviar la atención y como se dice vulgarmente dar una ‘patada para delante’, la premura del tiempo en los plazos lo resolverá. La paciencia del aficionado no está para más vueltas de tuerca. La credibilidad del máximo accionista, por los suelos desde hace tiempo, se pone a prueba con un asunto vital para la estabilidad del Valencia CF. De Peter Lim depende revertir la situación y limar asperezas o, por el contrario, provocar más ira entre los seguidores valencianistas de una manera irrevocable, si es que no lo es ya…