SUCESOS
Muere Juan Ignacio Blanco, el famoso criminólogo del caso Alcàsser
Acompañó al padre de Miriam en sus múltiples apariciones televisivas apoyando una teoría conspirativa sobre los autores del crimen
alcasser blanco
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El periodista y criminólgo Juan Ignacio Blanco, que se convirtió en figura mediática por su vinculación al caso Alcàsser, ha fallecido a los 63 años. El investigador alcanzó popularidad por sus teorías comspirativas en torno al crimen de Miriam, Toñi y Desirée que expuso en programas televisivos, principalmente en Esta noche cruzamos el Missisipi de Telecinco. Su amigo y criminólogo Carlos G. Barret daba este jueves la noticia de su fallecimiento en su perfil de la red social Facebook afirmando que "algún día se sabra toda la verdad sobre el caso Alcàsser y será honrado su nombre donde esté."
Además el criminólogo añadía en su perfil: "Siento comunicar que anoche falleció el gran Juan Ignacio Blanco. Como la gran mayoría sabréis, fue el investigador Criminólogo y Periodista que más profundizó en la búsqueda de la verdad sobre el caso de las niñas de Alcàsser. Compañero de de altura y profesión que tras emprender esta andadura en esclarecer la verdad sobre qué pasó con las 3 niñas, ha fallecido finalmente por una enfermedad que llevaba tiempo arrastrando. Mañana será incinerado y pasado harán misa en El Escorial. Mi más sentido pésame a la familia."
Tras su reaparición en Netflix con el documental de las Niñas de Alcàsser su deterioro físico era más que palpable. Tras la publicación de su fallecimiento las elucubraciones se han expandido en las redes sociales resaltando la coincidencia de su muerte con la aparición de restos óseos en el lugar donde se encontraron las niñas.
Miriam, Toñi y Desirée desaparecieron la noche del viernes 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían haciendo autostop a una discoteca de la vecina localidad de Picasent. El 27 de enero de 1993, 75 días después de su desaparición, dos apicultores encontraron los cadáveres semienterrados en una fosa en el barranco de la Romana, un paraje de difícil acceso próximo al pantano de Tous.
Las investigaciones policiales apuntaron a que el triple crimen fue cometido por dos delincuentes comunes: Antonio Anglés y Miguel Ricart, de 26 y 23 años respectivamente. El primero, considerado el presunto autor material de los hechos, huyó en el mismo momento en el que las fuerzas de seguridad procedieron a su localización. A día de hoy, se mantiene en paradero desconocido. En cambio, Miguel Ricart fue detenido, juzgado y condenado a 170 años de prisión en un juicio muy mediatizado, de los que solo cumplió 21 antes de ser puesto en libertad.
Algunos de los padres de las niñas desarrollaron y difundieron una teoría conspirativa según la cual la versión oficial era una tapadera planificada para proteger a los verdaderos criminales: un grupo de personas con mucho poder.