La recuperación de la Real Fábrica del Conde de Aranda de L'Alcora, el lugar en el que hace casi 300 años arrancó un proyecto que ha convertido a Castellón como epicentro de la industria cerámica, completará en breve su segunda fase.

Tras la apertura de los hornos morunos, que ahora sirven como espacio expositivo y centro de interpretación del edificio, se va a culminar en este mes la rehabilitación de la fachada histórica que, pese al tiempo transcurrido, ha logrado mantener su esplendor bajo capas de pintura. Carlos Esteban concejal de Cultura de L'Alcora, resalta el esplendor que gana ahora el edificio con estos trabajos.

Pero este proyecto faraónico no concluye aquí, sino que el ayuntamiento apunta a una tercera fase en breve, donde buscarán financiación estatal a través del 2 por ciento Cultural del Ministerio de Transportes. En este caso, su objetivo es recuperar el edificio fundacional de la icónica fábrica alcorense.

Visitas guiadas

Durante estos días además, y aprovechando el puente de la Constitución y la Inmaculada, se han programado visitas guiadas con los hornos morunos como epicentro, pero que se suman a otros espacios relacionados como el Museu de la Ceràmica de L'Alcora.

Las visitas estos días además cuentan con un extra, y como si fuera un meta-tema, un edificio histórico muestra la historia de un edificio histórico. Un trabalenguas que tiene sentido. Y es que la zona expositiva de la Real Fábrica muestra curiosidades y anécdotas de un edificio, ubicado en el número 14 de la calle Pintor Ferrer de la localidad, con mucha historia, incluso en clave azulejera.