Frater Castellón celebra su 30 aniversario

Se conmemora en Castellón el 30 aniversario primera piedra Centro Residencia Maset de Frater

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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El Maset de Frater cumple treinta años. Un proyecto pionero en la provincia por su forma de abordar la discapacidad, del que hoy se han recordado los momentos más destacados en un acto casi familiar, enriquecido con los testimonios de muchas personas que forman parte de esta historia. “No se fundó como un centro para recoger gente con discapacidad, como una especie de asilo o una residencia de mayores, se creó para que fuera la casa de las personas que decidieran venir, supliendo las carencias de accesibilidad y fomentando su autonomía personal”, explica Ximo Nebot, Director de este recurso concertado que ofrece una alternativa a 65 personas, a través de su residencia y el centro de día en el Grao de Castelló.

Testigo de los cambios sociales, políticos y legislativos durante las tres últimas décadas, el Maset ha ido ampliando sus estructuras -habitaciones individuales, talleres, pabellón, piscina- y afianzando un modelo de intervención que reivindica el protagonismo de las personas -por encima de sus limitaciones- como un “valor irrenunciable” para el desarrollo social y comunitario, propiciando una mejor calidad de vida.

Somos conscientes de que se han generado avances importantes en cuando a adaptación de instalaciones, accesibilidad, prestaciones y legislación pero la autonomía de las personas con discapacidad sigue condicionada por la sobreprotección de la sociedad, un reto que exige un cambio de mentalidad de la ciudadanía y de las políticas asistenciales”, ha remarcado Miguel Ángel Sánchez, Presidente de Frater Castelló, tras la inauguración del mural conmemorativo del aniversario de la colocación de la primera piedra de este centro, que empezó su construcción siete meses antes de los Juegos Paralímpicos. "Las leyes han mejorado, pero ahora el problema es hacerlas cumplir y también cambiar la mirada sobre la discapacidad para quitarnos de encima muchos prejuicios y estigmas- remarca- porque no somos sujetos pasivos de la ayuda de los demás".

El 60% de las personas de la residencia llevan más de diez años viviendo en el Maset. El perfil actual es el de una mujer, mayor de 53 años, con capacidad jurídica plena y que en el 84% de los casos utiliza silla de ruedas. Unos rasgos muy similares a los del centro de día, donde la edad media es de 44 años. “Contamos con el mismo tipo de personas que cuando empezamos, pero con necesidades distintas, con mucha más dependencia en cuanto a movilidad porque la edad y la evolución de la propia enfermedad son características a tener muy en cuenta en cada caso”, matiza el Director del Maset, que reclama una actualización de los criterios establecidos para determinar el grado de discapacidad. "La necesidad es la misma que otras tipologías, pero la valoración -determinada por la administración pública- y el apoyo económico es menor que determinadas enfermedades degenerativas", añade.

A pesar de estos cambios, se muestran en contra de convertir la residencia en un centro sanitario o asistido por personal sanitario. "Seguimos creyendo que somos una parte de la sociedad y hemos de aprovechar los recursos que ésta nos ofrece, como el resto de la ciudadanía -explica- no queremos medicalizar el centro, es nuestra casa". La pandemia ha reforzado todavía más este posicionamiento y consideran una "amenaza" los planteamientos políticos que promueven esta transformación hacia un modelo hospitalario. "Cuanto más escondido o sobreprotegido estés menos te ve la sociedad", sentencia.

La evolución del Maset, gestionado por una entidad sin ánimo de lucro, está íntimamente ligada a la consolidación del movimiento asociativo. A sus avances y dificultades. Las crisis económicas más importantes de los últimos 30 años, 1993-1996 y 2008-2014, han puesto en riesgo la supervivencia del centro por dificultades de financiación por parte de la administración autonómica, pero tras la firma del concierto con Generalitat esta "incertidumbre" ahora es mucho menor.