Pulpo inmaduro y sin control: así trataban de colarlo en un restaurante de Alicante
Descubren un restaurante con pescado de origen desconocido
Pillados con cubos de pulpo en el coche
Alicante - Publicado el
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La Guardia Civil ha intervenido 250 kilogramos de pescado capturado y comercializado de forma ilegal en la localidad alicantina de Santa Pola, en el marco de dos actuaciones desarrolladas entre finales de abril y mayo. La operación pone de manifiesto la gravedad del comercio irregular de productos pesqueros y su potencial riesgo para la salud pública.
Primer operativo: 140 kg de pulpo inmaduro, sin declarar y sin refrigeración
La primera intervención tuvo lugar el pasado 29 de mayo en el Puerto de Santa Pola, cuando agentes de la Patrulla de Protección de la Naturaleza (PACPRONA) detectaron una actividad sospechosa: un individuo cargaba varios cubos en el maletero de un coche particular.
Al inspeccionar su contenido, los agentes encontraron 140 kilogramos de pulpo de roca (Octopus vulgaris) que iban a ser trasladados sin refrigeración y sin la documentación obligatoria que garantizara su procedencia. El marisco ni había sido declarado ni presentado en lonja para la primera venta, lo que supone una infracción grave tanto económica como sanitaria.
Además, según los análisis realizados, muchos de los ejemplares eran inmaduros y no alcanzaban el tamaño mínimo permitido, lo que representa un atentado contra la sostenibilidad de la especie. El responsable, un hombre de 63 años, se enfrenta a una sanción de hasta 60.000 euros, según establece la Ley 5/2017 de Pesca Marítima y Acuicultura de la Comunitat Valenciana.
Las investigaciones continúan para identificar a los barcos pesqueros que realizaron las capturas ilegales.
Segundo operativo: pescado sin etiquetar en un restaurante
El segundo caso tuvo lugar el 30 de abril, cuando agentes del SEPRONA inspeccionaron un establecimiento de restauración también ubicado en Santa Pola. Durante la inspección, encontraron 110 kilos de pulpo, gallina y morralla almacenados en arcones congeladores sin etiquetado ni trazabilidad alguna.
El restaurante no pudo presentar albaranes, facturas ni documentos de compra que acreditaran el origen de los productos. Algunos de ellos estaban además semi descongelados, sin garantía alguna de su salubridad. Se descubrió que el negocio había adquirido el pescado directamente a pescadores, sin pasar por la lonja, saltándose todos los controles sanitarios y legales.
Entre el género almacenado también había especies inmaduras, lo que agrava la infracción. El responsable del local, un hombre de 60 años, ha sido denunciado y no se descarta que pueda ser imputado por un delito contra la salud pública, al poner en peligro a los consumidores.
Sanciones, leyes y prevención
Ambas actuaciones han dado lugar a sendos expedientes sancionadores que han sido remitidos a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y a la Conselleria de Sanidad y Salud Pública.
Los productos intervenidos han quedado a disposición de la Sección de Pesca Marítima de la Generalitat Valenciana.
Estas acciones se enmarcan en el Plan de Control e Inspección de Actividades Pesqueras, cuyo objetivo es garantizar un aprovechamiento sostenible de los recursos del mar y proteger la salud de los consumidores. La cadena de frío, el etiquetado, la trazabilidad y la venta a través de lonja son requisitos esenciales para que los productos pesqueros lleguen con garantías a la mesa.
La Guardia Civil recuerda que la pesca y comercialización ilegales no solo perjudican al sector pesquero regularizado, sino que ponen en riesgo la biodiversidad marina y la salud pública.