Los grandes enemigos del verano: una de cada cinco personas visita las urgencias por esto

Con la llegada del calor, la piel se convierte en la gran víctima de actividades al aire libre, la playa y las excursiones

José Ramón Zaragoza

Alicante - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El sol, el mar y la naturaleza son los grandes protagonistas del verano, pero también esconden peligros que colapsan los servicios de emergencias año tras año. Hasta un 15% de las visitas a urgencias en esta época se deben a picaduras de insectos, medusas, arañas o púas de erizo. Y si a esto se suman las quemaduras solares, esa cifra puede alcanzar el 20%.  

Quemaduras solares: el enemigo más común y subestimado  

Aunque parezca mentira, las quemaduras por exposición solar prolongada sin protección siguen siendo habituales, incluso entre los más conscientes. “La protección solar hay que aplicarla cada hora y media, especialmente en niños”, insiste María Jesús Cano, coordinadora del servicio de emergencias del Hospital Vithas. Evitar las horas centrales del día y cubrirse adecuadamente sigue siendo la mejor defensa contra este daño cutáneo que, además de doloroso, puede tener consecuencias graves a largo plazo.  

Picaduras de medusa, mosquitos y más: cómo actuar y prevenir  

Las picaduras de medusa son otro clásico de la temporada estival. Si te pica una, no uses agua dulce: hay que lavar la zona con agua salada o suero fisiológico y aplicar frío. Nunca retires restos de tentáculos con las manos, mejor con unas pinzas.

En cuanto a los insectos, la variedad de reacciones y riesgos va desde la simple molestia hasta verdaderos cuadros de urgencia médica. Las picaduras de mosquito, por ejemplo, pueden causar inflamación, picor e incluso reacciones alérgicas. En destinos exóticos, suponen un riesgo añadido al ser transmisores de enfermedades como el dengue o la malaria. Para evitarlas, usa ropa que cubra la piel, colores claros y repelentes con DEET.

Las avispas y abejas también dan más de un susto. En caso de picadura, se debe lavar la zona con agua fría y jabón, aplicar un antiséptico y, si queda aguijón, retirarlo con pinzas. Si hay antecedentes de alergia, es imprescindible llevar una identificación médica y adrenalina autoinyectable.

El peligro silencioso: las garrapatas  

Aunque su picadura es indolora, las garrapatas pueden transmitir enfermedades graves como la de Lyme. Si pasas tiempo en el monte o en zonas de vegetación alta, cúbrete bien, revisa tu cuerpo —incluidos pliegues y cuero cabelludo— y, si detectas una, extráela cuanto antes con unas pinzas de punta fina. Nunca la aplastes y guarda el parásito en un recipiente cerrado por si fuera necesario analizarlo.  

Consejos clave para un verano sin sustos  

  • Aplica protector solar cada 90 minutos y evita el sol en las horas centrales del día.

  • Usa ropa larga y clara, sobre todo en zonas rurales o destinos tropicales.

  • Coloca mosquiteras en camas y ventanas si estás en zonas propensas a mosquitos.

  • Revisa tu cuerpo tras excursiones para detectar garrapatas.

  • Evita bañarte si hay aviso de medusas y no limpies sus picaduras con agua dulce.

  • En caso de picadura de insecto, no apliques cremas con corticoides sin indicación médica.

  • Mantén la calma si se te acerca una avispa y evita movimientos bruscos.

  • Si comes al aire libre, protege tu bebida y evita dejar comida expuesta.

  • No camines descalzo en zonas rocosas o con erizos de mar.

  • Lava la ropa usada en excursiones a 60ºC para eliminar posibles parásitos.

Prevenir es curar, y más aún cuando hablamos de riesgos tan comunes como evitables. Este verano, disfrutar del aire libre puede seguir siendo seguro si sabemos cómo protegernos.  

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