El demonio de la Semana Santa está en Orihuela desde hace 330 años

La 'Diablesa' tiene prohibida entrar en la iglesia y procesiona este Sábado Santo 

Imagen de la 'Diablesa' de Orihuela.

Isabel Bartolomé

Alicante - Publicado el

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Tiene alas en la espalda, un largo rabo, pechos de mujer, cabeza de hombre con cuernos de animal y una boca abierta de la que asoma una lengua entre unos dientes afilados. Esta es la peculiar figura diabólica que forma parte del paso 'La Cruz de los Labradores' o 'El Triunfo de la Cruz' en el que puede verse una gran esfera del mundo de más de un metro de diámetro sobre la que esta situada una espesa atmósfera de nubes blancas en las que pululan cinco ángeles con los diferentes atributos de la pasión de Cristo en sus manos.   

Este Sábado Santo a partir de las 20 horas y desde la Iglesia Parroquial de las Santas Justa y Rufina parte la procesión 'La Diablesa' de Orihuela, el único trono de España que recoge una imagen del demonio en Semana Santa. 

Una tradición que se remonta a hace 330 años y que cuenta con varias particularidades, como por ejemplo que el trono tiene prohibida su entrada a la iglesia y espera fuera la llegada de los cofrades y los fieles.

UNA CRUZ VACÍA CON UN SUDARIO

Completan el paso la Cruz, ya vacía, con un sudario. Y en la base, aplastados por el globo terraqueo, y retorcidos por el dolor, aparece un esqueleto sobre un reloj por el que transcurre el tiempo, representando a la muerte, y la extraña figura diabólica que representa el pecado.

El paso es uno de los más famosos de la localidad alicantina de Orihuela cuya Semana Santa está considerada como una de las diez mejores de España. Cada noche del Sábado Santo puede verse este original paso por las calles oriolanas siendo el único lugar en el que procesiona un demonio con forma humana. Aunque el diablo sea el que se lleve la mayor parte de las miradas, lo cierto es que todo el conjunto tiene un alto valor artístico y es el más antiguo que desfila procesionalmente en la Semana Santa oriolana.

880 liBRAS VALENCIANAS EN 1695

Representa el triunfo de la cruz sobre el pecado, la muerte y el mundo. Es obra del escultor Fray Nicolás de Bussy y comprado en 1695 por el gremio de los labradores que pagaron por ella 800 libras valencianas. Desde entonces desfila a hombros en la procesión del Santo Entierro acompañada por labradores.