Autismo en Alicante: cuando el diagnóstico es solo el inicio de un camino lleno de barreras

Falta información, recursos y apoyo para familias con niños con TEA

Las familias con niños autistas reclama más orientación y apoyo tras el diagnóstico

Isabel Bartolomé

Alicante - Publicado el

2 min lectura

El diagnóstico de autismo no es el final de un camino, sino el inicio de uno lleno de incertidumbre. Así lo denuncian más del 60% de las familias con menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA), según un análisis del Instituto Alcaraz con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.

Las principales barreras, según los datos recogidos, son la falta de información sobre el TEA y la incertidumbre sobre el tratamiento. "Nos sentimos solos, sin saber qué hacer ni a quién acudir", confiesa una madre que participa en el estudio.

Un impacto que lo cambia todo

Pero el problema no acaba en el diagnóstico. La carga emocional y la falta de recursos convierten el día a día en una lucha constante. "Muchos padres nos dicen que se sienten absorbidos las 24 horas del día, sin posibilidad de descanso ni desconexión", explica Sheila Alcaraz, codirectora del Instituto.

Uno de los grandes problemas es la falta de opciones para conciliar: no hay campamentos adaptados, actividades extraescolares ni servicios de respiro familiar. "Estos recursos no solo benefician a los menores, sino que dan un respiro necesario a las familias", señala Alcaraz.

Escuelas sin recursos: el desafío de la inclusión

La educación es otro de los puntos críticos. Más del 60% de las familias encuestadas asegura que los docentes no están preparados para atender a niños con TEA y que no hay apoyos específicos dentro del aula.

“Afortunadamente, hay profesores que, a título personal, se forman y buscan integrar a estos niños. Pero son la excepción, y eso deja a muchas familias en una situación desesperada”, añade la psicóloga del centro.

Una necesidad urgente de cambio

El Instituto Alcaraz subraya que el autismo debe abordarse de manera integral, ofreciendo apoyo tanto al menor como a su familia. "Muchas familias llegan al centro buscando no solo un diagnóstico, sino respuestas, herramientas y acompañamiento emocional", concluye Alcaraz.

Este estudio pone sobre la mesa una realidad que muchas familias viven en silencio. Un diagnóstico que debería ser el inicio de un camino de apoyo y acompañamiento, pero que hoy, para muchas, sigue siendo un viaje en solitario.