Alicante se planta: NO más pisos turísticos en zonas saturadas
La ciudad aprueba la mayor restricción en décadas
Moratoria renovada con otro año sin licencias para viviendas turísticas
Alicante - Publicado el
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Alicante da un paso decisivo en el control del alojamiento turístico. La Junta de Gobierno Local aprobó este miércoles, en sesión extraordinaria, el Proyecto de Modificación Puntual Nº 52 del PGOU, una normativa que redefine por completo dónde y cómo podrán implantarse nuevos alojamientos turísticos en la ciudad. El documento se elevará al Pleno de este mes para su aprobación inicial y su posterior exposición pública, trámite que permitirá mantener vigente un segundo año de moratoria en la concesión de licencias para viviendas turísticas.
La nueva regulación fija un tope de 0,187 plazas turísticas por habitante y prohíbe nuevas licencias en las zonas, definidas por sección censal, que superen ese umbral. En estas áreas saturadas solo podrán implantarse hoteles de 3, 4 y 5 estrellas, con un régimen especial para los de tres, que podrán llegar al límite de 0,32 plazas por habitante. La medida busca apostar por un modelo turístico de calidad, que genere empleo estable y atraiga un visitante menos estacional y más respetuoso con el entorno urbano.
Además, la normativa veta expresamente los alojamientos turísticos en las plantas bajas de los ejes comerciales, con el objetivo de blindar el comercio de proximidad frente a la presión económica del uso turístico. El Ayuntamiento considera que estos bajos deben garantizar servicios cotidianos para los vecinos y evitar el vaciamiento del tejido comercial tradicional.
Otro de los puntos clave será la obligación de que cualquier alojamiento turístico ubicado en un edificio residencial cuente con un acceso independiente, evitando así la convivencia forzada con los residentes, la circulación de turistas por zonas comunes y posibles conflictos de convivencia.
El vicealcalde y responsable del área, Manuel Villar, defendió que esta regulación es “un instrumento esencial para ordenar el uso turístico y compatibilizarlo con la residencia”, después de que la expansión de los apartamentos turísticos haya generado tensiones en la vivienda, la movilidad y los servicios públicos de algunos barrios. La intención municipal es avanzar hacia una ciudad compacta, de proximidad y con diversidad funcional, donde los barrios mantengan su carácter residencial sin caer en procesos de saturación turística.
Con esta modificación, el Ayuntamiento busca frenar la concentración descontrolada de alojamientos turísticos que en los últimos años se ha intensificado en varias zonas del centro y barrios consolidados. La revisión de la saturación será anual y permitirá ajustar progresivamente el número de plazas a la capacidad real de cada área.
El debate final llegará al Pleno este mes, donde la nueva regulación podría quedar aprobada de manera inicial, prolongando oficialmente la moratoria y abriendo el camino hacia un modelo turístico más equilibrado y sostenible.